Renunciar a mi pasión es como desgarrar con mis uñas una parte viva de mi corazón. Gabriele d'Annunzio.
La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir. Jacques Benigne Bossuet
Ramón Borrell III, Conde de Barcelona, Girona y Osona desde el año 992 hasta el 1017. Hijo mayor del conde Borrell de Barcelona y de su mujer Letgarda de Tolosa. Asociado al poder por su padre el 988, gobernó solo a partir de la muerte de este, el 992. El 993 se casó con Ermessenda de Carcasona, hija de Roger I, conde de Carcasona. Tuvo un hijo: Berenguer Ramón I el 1006. Ermesenda participó con el en el gobierno de los condados, en la presidencia de las asambleas y tribunales y en las campañas militares a Al-Andalus.
Durante los años 1000-1002, fue objeto de diversas razias del caudillo musulmán Almanzor. El 1003 dirigió una expedición a Lleida que fue contestada con una nueva razia del hijo de Almanzor, Abd al-Malik. El año 1010, aprovechando que el Califato de Córdoba había entrado en un proceso de guerra civil, organizó una expedición a Córdoba juntamente con Armengol I de Urgel, Bernat de Besalú y Wahid, un caudillo musulmán partidario de la Omeya Muhammad II. La expedición derrotó a Sulayman al-Mustain en la batalla de Aqbat al-Bakr cerca de Córdoba y Muhammad II recuperó Córdoba, pero fue asesinado por los hombres de Wadih, que repuso a Hixem II. Esta batalla puso fin definitivamente al dominio musulmán sobre Cataluña. Además con su relación directa con el Papa Silvestre II, reforzó la independencia respecto al rey de Francia. Los años 1015-1016 realizó nuevas expediciones al Ebro y al Segre.
Durante estas razias, sobretodo en el año 1010, además de victorias militares se obtuvieron importantes botines, principal motivo de la participación de los nobles en la guerra. De cara al interior del condado, estimuló la repoblación de la parte oriental de la Segarra, la Conca de Barberà y el Camp de Tarragona. También impulsó la construcción de la catedral de Barcelona. Como curiosidad, podemos decir que Ramón Borrell III, fue el primer conde catalán que acuño moneda propia. A su muerte, el 1017, le sucedió su hijo Berenguer Ramón I. Su viuda Ermesenda actuó como regente hasta la mayoría de edad del infante, que fue el 1023.
Berenguer Ramón I, llamado el “Corbat” desde el 992-1006, gobernó con su madre Ermesenda como regente, y a partir del 1006-1035 solo, el sobrenombre de Corbat no tiene ningún fundamento histórico, solo es producto de una confusión que se empieza a nombrar a partir del siglo XIII pero no se sabe por que.
Hijo de Ramón Borrell, conde de Barcelona y de Ermesenda de Carcasona. La figura de Berenguer Ramón I tiene un doble variante: por un lado, ha pasado a la historia como un hombre ecuánime. Durante su mandato predominó la paz. Sometió pacíficamente al conde de Urgel, Armengol, restableció la concordia con el conde Hugo I de Ampuries y tuvo excelentes relaciones con Guillermo I de Besalú y Wilfredo II de Cerdaña. También tuvo buenas relaciones con el Papa y el 1032 realizó un viaje a Roma. Además, fue diversas veces a Zaragoza y a Navarra, para entrevistarse con Sancho Garcés III el Mayor, rey de Navarra, y unificar criterios en la relaciones con los condes de Tolosa. Sus hombres de confianza y consejeros fueron el Abad Oliba, el juez Poncio Bofill, Gombáu de Besora y los obispos Pedro de Girona y Deudat de Barcelona.
En el 1025 promulgó un decreto que liberaba a los propietarios de las tierras de cualquier vinculación jurisdiccional que no fuera la del condado y los libraba de los impuestos. Por otro lado, el gobierno de Berenguer Ramón I marcó el inicio del declive del poder condal. Al morir su padre el 1018, Berenguer Ramón aun era menor de edad y su madre Ermesenda actuó de tutora y regente hasta el 1023. Pero cuando Berenguer Ramón llegó a la mayoría de edad no comenzó a gobernar solo, sino que Ermesenda continuo asociada al gobierno.
Según algunos cronistas, el carácter de Berenguer Ramón era débil e indeciso. Además, la política de paz con el Islam iba en contra de los deseos de la nobleza que veían la guerra como la única manera de conseguir gloria y riquezas. Esto hizo que algunos nobles comenzaran a actuar al margen del poder condal. Ermesenda, en cambio, era enérgica y decidida e intentó por todos los medios de imponer su autoridad sobre los otros nobles. Pero su condición de mujer le impedía ejercer de caudillo militar y por tanto de organizar alguna razia o expedición militar que satisficiera las ansias de poder de los aristócratas.
Se casó con Sancha de Gascuña el 1018, con la cual no tuvo hijos. Habiendo enviudado, el 1021 se casó con Sancha de Castilla, hija de Sancho García, conde de Castilla. Con esta tuvo dos hijos: Ramón Berenguer y el infante Sancho de Olèrdola. El año 1027 se volvió a casar, esta vez con Guisla de Yuca, hija del veguer de Balsareny. Y tuvo tres hijos: el infante Guillermo I de Osona, conde de Osona, el infante Bernardo Berenguer de Barcelona y la infanta Sibila de Barcelona, casada con Enrique de Borgoña, padres del conde Enrique de Portugal.
La desintegración del poder condal se hizo mas evidente cuando, poco antes de morir, el año 1035, Berenguer Ramón I repartió sus dominios entre sus hijos: Ramón Berenguer recibió Girona y Barcelona hasta el Llobregat; Sancho de Olèrdola, el territorio fronterero que iba desde el Llobregat hasta la tierra de los musulmanes, constituyéndolo como condado del Penedés, con capital a Olèrdola; y a Guillermo le dejó Osona.
El temps se m’atura
quan el día
és semblant
a un altre día.
Llauro amb l’esguard
tot el que hi ha
a l’estança
el somni s’hi passeja
i m’empeny —incauta —
cap al fred.
Mentre flairo la llum
esbocinada del dins
la fosca em fa de disfressa.
NURIA CABRÉ CASTELLVÍ
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