En la vida hay que ser un poco tonto porque sinó lo son sólo los demás y no te dejan nada. Ramón Gómez de la Serna.
La amistad es un comercio desinteresado entre semejantes. Oliver Goldsmith.
En política pasa como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal. Edward Kennedy.
Los dos eran hijos de, dicen que gemelos de Ramón Berenguer I y Almodis de la Marca, pero lo de gemelos no parece ser cierto, mas bien era que se llevaban muy poco, como su padre les había dejado el cogobierno de los condados de Barcelona, Girona, Osona, Carcasona y Rasès, por la desgracia que había pasado con el infante Pedro de Barcelona, que en realidad era el heredero, tal vez para que no pasara otra desgracia, les dejó el condado a los dos. Hay historiadores que dicen que es por que murió su padre sin testar, pero parece ser que fue el padre el que lo dejo para los dos intentan que no se produjera otra desgracia como la de Amadas de la Marca.
De los dos hermanos, esta Berenguer Ramón I Cap d’Estopes. Este sobrenombre le viene según dicen por que tenía una cabellera rubia muy espesa dando la sensación de ser un manojo de esparto, trabajado. Pero a pesar de las precauciones de su padre las relaciones entre los dos hermanos, siempre fueron tirantes. Según el testamento de su padre, los dos hermanos tenían que reinar en igualdad de condiciones, pero la situación real era de una preeminencia de Cap d’Estopes.
En un acuerdo, tal vez cuando estaba a punto de partir en una expedición hacia Múrcia, se vio obligado a hacer una promesa solemne de repartir con su hermano delante de los obispos de Barcelona y Girona, los vizcondes de estos condados y también el vizconde de Cardona. A su regreso el conde le dio a su hermano parte de la herencia concreta de su padre, recibiendo la pària de Lleida.
Hasta el final del año 1077 el Papa Gregorio VII envió a Girona a su legado Amat d’Oloron, para dar impulso a sus ideas de reforma de la Iglesia. Es posible que este aprovechara su estancia para intentar de reconciliar a los dos hermanos, los cuales habían sido recomendados al Papa, por su padre en el testamento. El pontífice escribió el año 1079 al obispo de Girona pidiéndole para que actuara, juntamente con el abad de Ripoll, Sant Cugat y Sant Ponç de Tomeres, para que pusieran fin a las discordias de los dos condes. A causa de esto el mismo año los dos hermanos se repartieron la ciudad de Barcelona con las tierras. Castillos y casas de los alrededores, del Llobregat al Besós, Castellvell y su marca, Olèrdola, Vilafranca del Penedés, Vallmoll, y sus alous, Erampruñá, Benviure, Gavà, Pallejà, Garrosa, les Franqueses del Llobregat y otros dominios; y convinieron que residirían alternativamente, durante seis meses, en el palacio condal o en las casas de Bernat Ramón. Un complemento sin fecha, hacia la división también de la residencia en el castillo de Port, y de los de Santa Perpètua, Montagut, Pontons, Vilademàger, Tamarit, Cubelles, Vilafranca del Penedés (la torre Dela) y Vallmoll. Las funciones soberanas quedaban indivisibles, así como las rentas por los juicios, mercados, moneda y unos patios de Barcelona. Pero Berenguer continuaba reclamando, y el 1080 consiguió de su hermano la definición de la mitad del castillo de Barberà, de la Bleda (Olèrdola) y de los condados de Carcasona y Rasès. Ramón entonces prometió dividir todas las adquisiciones futuras, incluyendo las naves que se construyeran y las que se adquirieran. No se contaría en indiviso las naves que esos momentos tenían, pero si se repartirían la mitad de las presas que hicieran.
Hacia el año 1077 realizó una expedición a Múrcia, en ayuda del rey sarraceno de Sevilla contra los de Toledo, Valencia, Granada y Málaga, que eran ayudados por Alfonso VI de Castilla. Esta expedición resultó un fracaso. El 1078 se casó con Mafalda de Pulla-Calàbria, hija de Robert de Hauteville y duque de Calàbria, de este matrimonio nacieron: la infanta Almodis de Barcelona que se casó con Bernat Amat, vizconde de Carmona. La infanta Mafalda de Barcelona, casada con Arnau Guillén vizconde de Fenollet. Y por ultimo el infante Ramón Berenguer III, hijo póstumo y que seria designado conde de Barcelona el mismo año de su nacimiento, aunque tubo la tutela de su tío hasta la muerte de este el año 1097.
Posteriormente los condados de Barcelona y de Urgel y la ciudad de Lleida lucharon contra el rey sarraceno de Zaragoza y como consecuencia de eso el peligro islámico reculó, tanto por el lado de Lleida, donde la colonización cristiana llegó a Sidamon y Torregrossa, como por la actual Conca de Barberà, donde el 1079 ya era repoblada la Espluga de Francolí.
Con ocasión de la preparación de una expedición fallida el 1081, el Cid Campeador, se enemistó con su rey Alfonso VI de castilla, y fue a Barcelona a ofrecer su colaboración, que no fue aceptada; entonces se peleó con un sobrino de los condes y lo hirió. A continuación pasó al servio del rey sarraceno de Zaragoza, mientras que el rey de Lleida se apoyaba con los reyes navarroaragoneses primero y en los condes de Barcelona después. Esto enfrentó a Berenguer Ramón, con el Cid, cerca de Almenar, el verano de 1082. El conde fue derrotado y cayó prisionero. Una vez liberado, debió sentirse frustrado y eso agravó su carácter. El 5 de diciembre de dicho año, yendo Cap d’Estopes de Barcelona a Girona, al pasar por un lugar boscoso y solitario, conocido después por la Perxa de l’Astor (Montnegre), fue muerto por unos desconocidos, que puede ser fueran sus mismos acompañantes. El cadáver fue tirado al, después llamado Gora del Comte o de la Perxa de l’Astor, y allí fue descubierto por l’astor que llevaba la víctima, que habría guiado a los que lo buscaban. La voz popular acusó en aquel momento a su hermano como instigador de su muerte, motivo por el cual Berenguer Ramón II es conocido como el Fratricida. El cuerpo del asesinado fue llevado a Girona y sepultado en la catedral de esta ciudad.
Después de la muerte de Cap d’Estopes, Berenguer Ramón dirigió una expedición contra los sarraceno de Zaragoza, que ayudados por el Cid atacaron la pària de Lleida, que era aliado de Barcelona, y Berenguer Ramón II fue hecho prisionero. En 1090 cayo nuevamente prisionero del Cid en la batalla de Tébar. Ayudados por los genoveses y por el rey de Aragón Sancho III atacó el 1092 la ciudad de Tortosa y la ocupó.
A la muerte de Cap d’Estopes, se formó un partido antifratricida encabezado por Ramón Folc I de Cardona y Bernat Guillem de Queralt, a los cuales se le unió el obispo de Vic Berenguer Sunifred de Lluçà, los cuales encargaron la tutoría del pequeño hijo del muerto, Ramón Berenguer III, al conde Guillem I de Cerdaña, tío del pequeño.
Pero el 1086, este frente antifratricida se rompió y se acordó que Berenguer Ramón II participara en la tutoría de el pequeño, prometiendo que no se casaría y que por tanto la herencia recaería directamente en le pequeño hijo de Cap d’Estopes. El 1091 el Papa Urbano II lo independizo de arzobispado de Narbona y estableció el arzobispado de Tarragona, ocupados efímeramente por el conde catalán. Cuando su sobrino Ramón Berenguer III llegó a la mayoría de edad, le dejó el gobierno de los condados. Y el se fue en peregrinación a Jerusalén donde se cree que murió.
Com la força d’un ciclop és el bram de Neptú.
Com un bram embogit pel brogit de la gent.
Ferit i amb sang, rabiós pel dolor,
empeny un cop i un altre la barrera
tot travessant la banya el bufador foradat.
Amb brunyera i espasmes, desafiant,
Amenaça.
De la forta envestida fa trontollar la plaça
però la forta escumera se’n torna novament
amb la vençuda onada.
Tornaran altres Graus a colpejar la tanca.
També les incansables i nervioses ones.
Bufarulls i brams per la balmada roca
grataran la pedra, tremirà la cova
sota la ferma mirada
de la imponent muralla!
JOSEP COLOMER I COLOMER
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