El hombre que escucha la razón está perdido. La razón esclaviza a todos los que no son bastante fuertes para dominarla. George Bernard Shaw.
Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje. Aldous Huxley.
Borrell II accedió al gobierno de los condados de Barcelona, Girona y Osona, al retirarse su padre a ejercer la vida monacal, el condado de Urgel lo heredó al morir su tío Sunifredo II, compartió esta tarea con su hermano, Miró I. Borrell II utilizó también el titulo de dux Gothiæ.
Se casó con Letgarda de Tolosa, hija de Raimundo III, duque de Aquitania, con la que tuvo dos hijos y dos hijas: Ramón Borrell, Armengol, Ermengarda y Riquilda. Tras la muerte de Letgarda se volvió a casar, esta vez con Eimeruda de Alvernia. Al contrario que su padre, fue un conde más diplomático que militar. Procuró mantener siempre relaciones cordiales con sus dos poderosos vecinos: los francos al norte y los andalusis al sur. Intercambió embajadas con Córdoba (Centro del poder musulmán) y firmó un tratado de paz con el califa Al-Hakam II.
También mantuvo buenas relaciones con el papado. En 970 viajó a Roma para intentar reorganizar la administración religiosa catalana (restauró el arzobispado de Tarragona). Fue protector de las ciencias y de la cultura. Invitó al monje Gerberto de Aurillac (que años más tarde llegaría a Papa con el nombre de Silvestre II) a residir en el condado para que ampliara sus estudios.
A pesar de todos sus esfuerzos diplomáticos, bajo su mandato los territorios de la Maca Hispánica sufrieron graves ataques por parte del caudillo musulmán Almanzor, quien arrasó Barcelona en 985. La ciudad quedó parcialmente destruida y fue saqueada y muchos de sus habitantes fueron hechos prisioneros. Fruto de estos continuados ataques fue preciso el abandono de la ciudad de Tarragona, que no volvió a ser ocupada de forma definitiva hasta el 1118, por parte del conde Ramón Berenguer III.
Las peticiones de ayuda del conde Borrell II no fueron atendidas por el rey franco Lotario que en esos momentos se enfrentaba a sus propios problemas en Verdún. Como consecuencia de esto y como resultado de un creciente desarraigo de los condes de Barcelona respecto a sus antiguos señores, en 988 Borrell II se negó a renovar el pacto de vasallaje con el nuevo rey franco, Hugo Capeto, e instauró la independencia de hecho de los territorios bajo su poder. A partir de 988 compartió el gobierno con sus hijos Ramón Borrell y Armengol que empezaron a gobernar en solitario en el 992, año que se supone que falleció Borrell II.
Miró I conde de Barcelona, Girona y Osona, fue hijo del conde de Barcelona Suñer I y de la segunda mujer, Riquilda de Tolosa. Cogobernó a la muerte de su padre el 947 juntamente con su hermano Borrell II, con quien se supone que se repartió las funciones de gobierno. Así fue Borrell quien se encargó de las cuestiones militares y de la política exterior, mientras Miró I se encargaba de las funciones internas del condado, y más concretamente de la ciudad de Barcelona.
Miró I hizo donaciones a los monasterios de Sant Cugat del Valles, Sant Joan de les Abadesses y Ripoll. Durante su reinado se cree que se construyó el Rec comtal de Barcelona, canal que llevaba las aguas del río Besós hasta la muralla de Barcelona, se supone que el año 966 debió morir, aunque no se encuentran datos, ni de la forma o manera en que murió.
Font de Tec, constant,
sota el Costabona
on neixes constant
amb dent abundosa.
Xòrrec de cristall
com pura maragda,
que fas camí avall
cercant la mar blava.
Ets mansa i humil,
reculls brolls que criden
a l’isard gentil...
a beure e conviden!
Font de Tec constant
corrent saltirona;
t’he vist agusant
glevers xops de fang,
pedres cantellant,
sota el Costabona.
HILARI PUIG.
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