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La publicación de este Blog ha sido posible, por la idea que me dio un miembro de un foro, en el cual entraba con bastante asiduidad. A partir de aquel momento (21/05/2007), que ya se va quedando lejano, he ido escribiendo lo que buenamente he podido, si les ha gustado, como algunos de ustedes me dicen en sus eMail, me doy por satisfecho, si no les gusta, les pido perdón. Pero tengan en cuenta, que intento hacerlo, lo mejor que puedo y sé.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Alfonso I "el Casto" (Alfonso II de Aragón) (1162-1196) La dinastía catalana, vista por un aficionado.

La injusticia, allí donde se halle, es una amenaza para la Justicia en su conjunto. Martin Luther King.

Cuando una multitud ejerce la autoridad, es más cruel aún que los tiranos. Platón

Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia. Theodore Roosevelt.
Alfonso II de Aragón, el que ha partir de 1714 los nacionalista catalanes, le llamarían Alfons I “el cast”, nació en Barcelona, entre el 1154/1157 y murió en Perpiñàn el 1196. Rey de Aragón y Conde de Barcelona. Su verdadero nombre era Alfonso Ramón, hijo primogénito de Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona y Príncipe de Aragón, y de Petronila, reina titular de Aragón, pero reino con el nombre de Alfonso en honor a Alfonso I el Batallador hermano de su abuelo. A la muerte de su padre, en 1162 heredó el Condado de Barcelona, y por parte de su madre recibió el Reino de Aragón. Con el se produjo en realidad la unión dinástica de la casa de Barcelona con el Reino de Aragón, que en el siglo XIII, constituiría la Corana de Aragón.

Se casó con Sancha de Castilla y de Polonia (tía de Alfonso VIII de Castilla) en 1173. Incorporó a su reino las tierras occitanas de Provenza, el Rosellón y el Pallars Jussà. Firmó con su cuñado, el rey castellano Alfonso VIII el tratado de Cazorla en 1179, pero años más tarde y mediante el tratado de Huesca, se alió con los monarcas de León, Portugal y Navarra contra la hegemonía castellana.
Su sobrenombre viene del hecho que, según los cronistas «no se le conocían hijos fuera del matrimonio». A pesar de ello amparó las artes y las normas del amor cortés y él mismo se ejercitó en la poesía, intercambiando escritos con importantes trovadores de la época como Giraut de Bornelh.

En Occitania, a la muerte de Ramón Berenguer III de Provenza en el sitio de la ciudad de Niza, y quedando solo su hija, Dulce, fue cuando la corona aragonesa, alegando la falta de descendencia masculina, consiguió el condado de Provenza fuera a parar a manos de Alfonso el Casto, que era primo hermano de Ramón Berenguer III. Para conservar Provenza se hizo necesario combatir los levantamientos de la zona de la Camarga por los partidarios de Ramón VI de Tolosa. A pesar de eso, la casa de Tolosa siguió actuando en la zona, hasta que en 1176, Alfonso el Casto concertó la Paz de Tarascón con Ramón V.

En este tratado se estableció que, a cambio del pago de treinta mil marcos de plata, el conde de Tolosa renunciaba a sus pretensiones sobre Provenza, así como de las regiones de Gabaldá y Carlades. Esta par supuso el fortalecimiento en Occitania de la posición de Alfonso. Entre 1168 y 1173, Alfonso aprovechó el conflicto entre Ramón y Enrique II de Inglaterra para conseguir el vasallaje de numerosos señores occitanos, gracias a su condición de aliado de Enrique II. Firmada la paz de Tarascón, Alfonso II se pudo dedicar a sofocar una nueva revuelta en Niza y a imponerse en la zona oriental de Provenza. Además, al darse cuenta de que el condado era una región alejada de Aragón y Cataluña y rodeada de posesiones del conde de Tolosa, Alfonso II encargó el gobierno de Provenza a su hermano Ramón Berenguer, concediéndole el titulo de conde. Alfonso no renunció a sus derechos ya que Ramón Berenguer IV de Provenza regía el condado únicamente como delegado de su hermano el rey.

Una vez aseguradas sus posiciones en Occitania, Alfonso II tomó la decisión de anular el vasallaje de Provenza hacia el emperador Federico Barbarroja, admitido en 1162 por Ramón Berenguer III en la asamblea imperial de Turín. Así, en 1178, al acto de coronación de Federico como rey de Borgoña asistió Ramón V de Tolosa pero no Alfonso ni su hermano Ramón de Provenza. Por otro lado, durante la crisis de la Santa Sede, Alfonso el Casto apoyó de forma inequívoca al Papa Alejandro III en contra de los antipapas promovidos por la facción imperial.

En el 1181 la posición de la Casa de Barcelona en Occitania entró en crisis: El conde de Tolosa invadió las tierras del vizconde de Narbona y Ramón Berenguer IV de Provenza fue asesinado, cerca de Montpellier. Alfonso II nombró nuevo conde de Provenza a su hermano Sancho, pero tuvo que destituirlo en 1185 por haber realizado tratos ilegales con Tolosa y Génova. Sin embargo, la situación hizo un giro favorable a los intereses de Alfonso. Por un lado, en 1189, el rey Ricardo Corazón de León, hijo y sucesor de Enrique II de Inglaterra, se había aliado con el conde de Tolosa; por otro lado, Ramón V no pudo vencer la revuelta comunal de Tolosa que se convirtió en una república municipal, gobernada por cónsules. En esta coyuntura, Alfonso II de Aragón pudo concertar con Ramón V de Tolosa una paz en los mismos términos que la de 1176 y consolidar su dominio desde Niza hasta el Atlántico con posesiones propias de (Provenza, Milhau, Gavaldá y Roerga), vasallajes sobre los marqueses de Busca en el Piamonte y los vizcondes de Montpellier, así como el reconocimiento por parte de los condes de Rasés, Carlat, Foix, Bigorra y los vizcondes de Nimes, Beisres, Carcasona y Bearn de tener sus dominios en feudo del rey de Aragón.

En 1192, tras volver de las cruzadas, Ricardo Corazón de León se alió con Ramón V de Tolosa contra Alfonso II. El rey Alfonso, consiguió fortalecer sus posiciones en Languedoc, al concertar el matrimonio de su hijo Alfonso con Garsensa, hija de Guillermo VI de Forcalquier, antiguo aliado de Ramón V de Tolosa; la paz de 1195, concertada entre Alfonso y Ramón VI de Tolosa, hijo y sucesor de Ramón V, puso fin a este conflicto sin alterar la correlación de fuerzas entre los poderes constituidos en Occitania.

Respecto a la política peninsular, la Península Ibérica ocupó una posición política secundaria frente a Occitania durante el reinado de Alfonso II. El rey de Aragón se implicó en el juego político de los reinos cristianos con el fin de conseguir la reanexión de Navarra, separada de Aragón desde la muerte de Alfonso I de Aragón en 1134. Por otro lado, Alfonso II también dirigió ataques contra el Al-Ándalus, ya fuera para obtener tributos o ganancias territoriales.

En 1162 la regencia aragonesa concertó una alianza entre Alfonso II y Fernando II de León para repartirse Navarra. Sin embargo, en 1168, se estableció una tregua con Sancho VI de Navarra; quedando entonces libre el frente navarro se inició un ataque contra Castilla. El ataque fracasó y condujo a la Paz Perpetua de Sahún en 1170, firmada por Alfonso VIII de Castilla y Alfonso el Casto. Además, poniendo en práctica un acuerdo estipulado por el Tratado de Tudellén de 1156, el rey de Aragón tuvo que contraer matrimonio con Sancha, tía de Alfonso VIII.

El rey Ibn Mardanis de Valencia, asediado por los cristianos y por los Almohades, se había convertido en tributario de Aragón. A pesar de eso, en 1169 la regencia inició la conquista del Matarraña seguida de la ocupación de los territorios al sur de Aragón. Se fundó Teruel, base para posibles ataques contra Valencia. En Cataluña, entre el 1169 y 1170 se tuvo que reprimir seriamente una revuelta sarracena en la Sierra de Prades.

En 1172, muerto ya Ibn Mardanis, Alfonso II asedió Valencia donde concertó una alianza con el nuevo rey sarraceno a cambio de duplicar el tributo a pagar; así, el rey de Aragón, de acuerdo con el emir de Valencia, atacó Játiva y Murcia de donde se tuvo que retirar a raíz de una incursión de Navarra en las fronteras de Argón. La paz de Sahagún de 1170, así como el mayor poder territorial de Castilla, supeditó la actuación peninsular de Alfonso II a los designios de Alfonso VIII; de esta forma, a cambio de haber colaborado en la conquista de Cuenca, anexionada a Castilla, lo que bloqueaba las posibilidades expansivas de Aragón, Alfonso II sólo obtuvo del rey de Castilla la renuncia del vasallaje aragonés para Zaragoza, impuesto por Alfonso VII de Castilla a Ramón Berenguer IV. Por otra parte, en la negociación de la futura expansión pro el Al-Ándalus al tratado de Cazorla Alfonso II cedió la conquista de Murcia a Castilla, a cambio de que Alfonso VIII suprimiera el vasallaje de los reyes de Aragón por Valencia, una vez la conquistaran.

Entre 1181 y 1186, Alfonso II concentró todos sus esfuerzos en Provenza y en la mediterránea donde, además de negociar sin éxito con el rey de Sicilia la organización de una expedición contra Mallorca, ayudó a la Casa de Baus a adquirir en Cerdeña el dominio del juzgado de Argorea. Cuando reinició su participación en asuntos peninsulares, Alfonso II se distanció de Alfonso VIII; el rey de Castilla había abandonado una alianza pactada con el rey de Aragón de repartirse Navarra, una vez anexionada La Rioja. Además, mantenía pretensiones territoriales en las fronteras aragonesas y, finalmente, había realizado tratos con Federico Barbarroja. Por eso, en 1190, Alfonso II llegó a un entendimiento con Navarra, León y Portugal, enemistados con Castilla. Tras la derrota de Alfonso VIII en la Batalla de Alarcos, la consistencia del avance almohade como peligro común en todos los reinos cristianos peninsulares así como las indicaciones del Papa Celestino II, empujaron a Alfonso II a negociar una operación conjunta con Alfonso VIII de Castilla contra los musulmanes, operación que, sin embargo, nunca llegó a realizarse.

En su testamento, Alfonso II dispuso que, a su muerte, ocurrida en Abril de 1196, sus territorios se repartieran entre sus dos hijos: Pedro, Rey de Aragón y conde de Barcelona y Alfonso, conde de Provenza, Milhau y Gavaldá. Con esta disposición testamentaria, además de dotar de un dominio a su hijo menor, el rey sancionó la necesidad de Provenza de disponer de un gobernador propio. En 1185, Alfonso II había nombrado conde de Provenza a su hijo Alfonso, menor de edad; por eso, el rey encargó el gobierno provenzal a procuradores como Roger Bernat de Foix (1185-1188), Barral de Marsella (1188-1192) y Lope Jiménez. En lo que son sus posesiones peninsulares le sucede su hijo Pedro II.

OLOR INTENSA

"Fem caputxetes que cofin quimeres.
Roges, blaves..., color de meravella.
Dins cistellets, mel i mato: tendresa.
I aturem-nos al forest de la vida!
Quants camins! Verals, marges i estimballs.
Quina fregancia a pluja i a somris.
I quin bategar d'ales insistent.
I aquesta llum que s'apaga i s'encen.
I aquest respir de fulles i d'arrels.

Resseguim rutes de foc prohibides
perque is bell acaronar nius i cants.
Si trobem llops malcarats i sapastres
fruim a cor que vols del seu encant.
"Casa de somnis tot ho fa possible".
Qui sera qui? -Orelles, potes, dents...-
El llop sera avia? L'avia sera llop?
Tots tenim fam. Tots tenim set; calfreds...
I dormim. I ens despullem. Orats. Cecs.
I sucumbim entre els brac,os peluts
d'estafadors. Indomits taumaturgs.

Concubinatge: vida i mort es besen."

TERESA SERRAMÍ

lunes, 25 de febrero de 2008

Ramon Berenguer IV, El Santo (1131-1162) La dinastía catalana, vista por un aficionado.

Si eliges entre el menor de dos males, al final del día, sigues teniendo mal. Ralph Nader.


Como los políticos nunca creen lo que dicen, se sorprenden cuando alguien sí lo cree. Charles de Gaulle.



Ramón Berenguer IV el santo, nació en Barcelona el año 1113 ó 1114 y murió en Borgo de San Dalmazzo el 1162, fue conde de Barcelona, Girona, Osona, Cerdaña y Ribagorza, príncipe de Aragón, que en la época significaba primus inter pares, con el título de Dominus. Escudo de armas del rey de Aragón, linaje al que se integró Ramón Berenguer IV en virtud de su matrimonio con Petronila, reina de Aragón desde 1157 a la muerte ese año de su padre, Ramiro II de Aragón (llamado el Monje). Era hijo de Ramón Berenguer III y de Dulce I de Provenza. Nieto en linea paterna de Ramón Berenguer II y Mafalda de Abulia-Calabria, y por linea materna de Gerbert de Galvaldá y Gerbert de Provenza. A la muerte de su padre en el 1131 recibe el condado de Barcelona, mientras que su hermano gemelo Berenguer Ramón le sucede en Provenza.

Gracias al apoyo mostrado a Ramiro II de Aragón en contra de los castellanos, este le ofreció a su hija Petronila, de un año de edad en matrimonio. La boda (a pesar de la enorme diferencia de edad) se celebró en Lleida, mucho más tarde, en el mes de agosto de 1150. El 13 de noviembre de 1137, Ramiro depositó en su yerno el reino pero no la dignidad real, firmando este en adelante como conde de Barcelona y príncipe de Aragón. Luego renunció al gobierno (aunque no a su título de rey, pues seguía siendo el Señor Mayor de la Casa de Aragón, en tanto que su nieto Alfonso, no cumpliera la mayoría de edad) y volvió al convento. De esta manera, Ramiro cumplió la misión de salvar a la monarquía y así también se uniría el Reino de Aragón con el Condado de Barcelona.

Los acuerdos matrimoniales por los que se rigió el enlace se establecieron según el derecho aragonés y se establecieron bajo la forma de Matrimonio en Casa. Esto supone que, al no haber heredero varón, el esposo cumple la función de gobierno, pero no la cabeza de la casa, que solo se otorgará. A partir de este contrato, quien tiene la última potestad no es el esposo, sino el Señor Mayor de la Casa de Aragón, hasta que el heredero legítimo adquiera la potestad (y en el caso del reino de Aragón, el reino, titulo de rey y cabeza de la Casa de Aragón) y, por tanto, asumía el linaje de la Casa de Aragón él y sus herederos per Saecula Saecularum, por lo que, desde ese mismo momento, el linaje de la Casa de Barcelona se extingue, subsumiéndose en el de la Casa de Aragón . Por tanto el Ultimo conde de Barcelona como tal, se considera a Ramón Berenguer IV el Santo.

Los descendientes que tubo con Petronila de Aragón fueron los siguientes:
El infante Alfonso II de Aragón, que fue rey de Aragón y conde de Barcelona.
El infante Pedro de Aragón.
El infante Ramón Berenguer IV de Provenza, conde de Cerdaña y de Provenza.
La infanta Dulce de Barcelona, casada en 1175 con el rey Sancho I de Portugal.
El infante Sancho de Barcelona y Aragón, conde de Cerdaña, Provenza y Rosellón.
Y además tuvo un hijo natural: Berenguer de Barcelona, arzobispo de Narbona.

El palacio condal, era el que los hermanos, condes de Barcelona: Ramón Berenguer y Berenguer Ramón hicieron construir durante el siglo XI, en Sant Pere de Vilamajor (Comarca del Vallés Oriental, Barcelona) el palacio acogía dentro de sus murallas el núcleo antiguo de Sant Pere y que es conocido con el nombre de “La Força” (La Fuerza). De este, solo queda la Torre Roja, torre de 25 m. de altura, situada delante de la iglesia, de la que se cree que fue parte inferior de la torre de homenaje del antiguo castillo-palacio condal. Se construyó en tres etapas: en el siglo XII se hizo la primitiva obra románica de la parte inferior, hasta el primer piso abierto a las cuatro vientos; el piso donde se encuentran las campanas data del siglo XIII; finalmente, en el siglo XVIII, se abrirían las ventanas del norte y del sur para instalar las campanas grandes.

Acuerdos con la Corona de Castilla: Ramón Berenguer IV negoció con Alfonso VII, rey de León y Castilla, el retorno de las tierras ocupadas por las tropas castellano-leonesas a la muerte de Alfonso I de Aragón, tío de Petronila. Además quería recibir ayuda para reincorporar el reino de Navarra a la Corona de Aragón, territorio que se había independizado en las mismas circunstancias. En 1140 se firmó un Carrión un pacto de ayuda mutua y de retirada de las tropas de Alfonso VII del Ebro, a cambio del vasallaje del conde-príncipe. También se realiza una acción conjunta contra Navarra que no tiene efecto. En 1151 Alfonso VII y Ramón Berenguer IV firmaron el Tratado de Tudilén que, aparte de renovar la alianza anti-Navarra, pretendía repartirse el Al-Andalus. De modo que para la Corona de Aragón se reservan las tierras de Valencia, Denia y Murcia, por las cuales Ramón Berenguer habría de rendir homenaje a Alfonso VII.

En la lucha contra el Islam, por el lado aragonés, la nobleza de este territorio, las órdenes militares y la caballería popular luchan por recuperar las posesiones perdidas a manos de los almorávides en la Batalla de Fraga en el 1134. Se recuperan de este modo: Alcolea de Cinca, Chalamera y Sariñena el año 1141; Daroca el 1142; y Ontiñena en 1147.
Por el lado catalán, con la ayuda del conde Ermengol VI de Urgel, Ramón conquista las taifas de Tortosa y de Lleida a al-Muzaffar. Siurana, encumbrada en las Montañas de Prades, fue el último reducto musulmán en Cataluña, ya que gobernada por el Walí Almira Almemoniz, resistió hasta el 1153 cuando por fin es conquistada por Beltrán de Castellet. Estas conquistas forman el territorio que mas tarde se llamaría Catalunya Nova, “Cataluña Nueva”. La expansión territorial no fue obstáculo para la realización de grandes expediciones por tierras de Murcia y Valencia, y una brillante participación en la conquista de Almería.

En la política Occitana, también se ayudó en 1143 a Guillermo VI a recuperar Montpellier, de la cual había sido expulsado por una revuelta nobiliaria. A la muerte de su hermano Berenguer Ramón, por parte de unos genoveses enviados por Tolosa, asume la regencia de Provenza. Continúa las luchas contra el linaje de los Baus, aliados de Tolosa. En 1156 colabora con Enrique II rey de Inglaterra y duque de Aquitania en la lucha contra Tolosa. También fue regente del vizcondado de Bearn. Yendo en camino para entrevistarse con el emperador Federico I Barbarroja en Turín, murió en Borgo de San Dalmazzo el 6 de Agosto de 1162. Fue enterrado en el monasterio de Poblet, que él mismo había fundado.

UNA DONA ESPERA

Món que va girant. Rellotge.
L’espera.
És de sempre u només femenina?
La clara certesa immediata
no compta?

Dolor no hi val, ni metgia.
La roda
no segueix lentament implacable?
Un clima per cada alegri.
Per cada dolor, quina força
mancada!

Dessota un cel transitori
que pesa,
o en el ras solellat que fulgura,
serem —és més fort que nosaltres—
l’eterna vestal que suplica
i espera.

CLEMENTINA ARDERIU.

domingo, 24 de febrero de 2008

Ramon Berenguer III, El Grande (1096-1131) La dinastía catalana, vista por un aficionado.

Acusar a los demás de los infortunios propios es un signo de falta de educación. Acusarse a uno mismo, demuestra que la educación ha comenzado. Epicteto de Frigia.

Para millones y millones de seres humanos el verdadero infierno es la Tierra. Arthur Schopenhauer.

En política, como en religión, hay devotos que manifiestan su veneración por un santo desaparecido convirtiendo su tumba en un santuario del crimen. Thomas Macaylay.

Ramón Berenguer III el Grande (1082-1131), conde de Barcelona desde (1096-1131). Durante su infancia estuvo sometido a la tutela de su tío Berenguer Ramón II, presunto asesino de su padre Ramón Berenguer II.
Hijo de Ramón Berenguer II, nació poco tiempo antes de que su padre fuera asesinado, supuestamente por instigación de su hermano Berenguer Ramón II. Tras el destierro de éste en 1096, Ramón Berenguer III se convirtió en conde de Barcelona, e inició una política de fortalecimiento de su Casa respecto a los demás señores feudales de la zona. Dentro de esta política hay que enmarcar la inclusión en sus dominios del condado de Besalú, a la muerte de Bernat III, en 1111, así como su boda, al año siguiente, con Dulce de Provenza, que le reportó los derechos sobre este condado. En 1117 heredó la Cerdaña al morir sin sucesión el conde Bernat Guillém, y en los años siguientes firmó diversas alianzas con Foix, Urgel, Pallars y el Rosellón. Su política exterior se caracterizó por una orientación hacia el sur para contrarrestar el peligro de los almorávides, cuyas incursiones amenazaban el Penedés y el Vallés. Con todo, su estrategia no fue sólo defensiva, ya que estuvo al frente de una expedición naval písana que, bajo el patrocinio del Papa, ocupó Mallorca e Ibiza. Pero pronto se perdieron para la causa cristiana. También preparó una campaña, aunque finalmente fallida, contra Tortosa. Tubo que renunciar al condado de Carcasona.
Una peligrosa ofensiva almorávide, que amenazó Barcelona, le obligó a volver apresuradamente con su ejército, y aunque logró una clara victoria sobre los invasores, el dominio cristiano sobre las Baleares no pudo consolidarse y las islas tuvieron que ser abandonadas al poco tiempo. No obstante, la expedición sirvió para poner las bases del futuro poderío naval catalán, al tiempo que fortaleció los contactos comerciales en el Mediterráneo.
Los avances terrestres de Ramón Berenguer III, si bien no se tradujeron en grandes conquistas territoriales, sí le reportaron un gran prestigio, materializado en la restauración de la diócesis de Tarragona. Así mismo, las arcas del condado se enriquecieron con los tributos recibidos de Valencia, Tortosa y Lleida.
Por lo visto el titulo de Grande fue mas por el bienestar que dio al condado que no por las conquistas, ya que estas en realidad fueron nulas.

LA CASA BUIDA

La casa buida dels meus somnis
amb una orquestra
de cambra dalt les golfes.

Un llum encès en un replà,
i en deixondir-me,
ressò
d’ales d’insectes
en les herbes.

ROSA-VICTÒRIA GRAS

viernes, 22 de febrero de 2008

Ramon Berenguer II, Cap d’estopes (1076-1082) Berenguer Ramón II, el Fratricida (1076-1097) La dinastía catalana, vista por un aficionado.

En la vida hay que ser un poco tonto porque sinó lo son sólo los demás y no te dejan nada. Ramón Gómez de la Serna.

La amistad es un comercio desinteresado entre semejantes. Oliver Goldsmith.

En política pasa como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal. Edward Kennedy.

Los dos eran hijos de, dicen que gemelos de Ramón Berenguer I y Almodis de la Marca, pero lo de gemelos no parece ser cierto, mas bien era que se llevaban muy poco, como su padre les había dejado el cogobierno de los condados de Barcelona, Girona, Osona, Carcasona y Rasès, por la desgracia que había pasado con el infante Pedro de Barcelona, que en realidad era el heredero, tal vez para que no pasara otra desgracia, les dejó el condado a los dos. Hay historiadores que dicen que es por que murió su padre sin testar, pero parece ser que fue el padre el que lo dejo para los dos intentan que no se produjera otra desgracia como la de Amadas de la Marca.
De los dos hermanos, esta Berenguer Ramón I Cap d’Estopes. Este sobrenombre le viene según dicen por que tenía una cabellera rubia muy espesa dando la sensación de ser un manojo de esparto, trabajado. Pero a pesar de las precauciones de su padre las relaciones entre los dos hermanos, siempre fueron tirantes. Según el testamento de su padre, los dos hermanos tenían que reinar en igualdad de condiciones, pero la situación real era de una preeminencia de Cap d’Estopes.
En un acuerdo, tal vez cuando estaba a punto de partir en una expedición hacia Múrcia, se vio obligado a hacer una promesa solemne de repartir con su hermano delante de los obispos de Barcelona y Girona, los vizcondes de estos condados y también el vizconde de Cardona. A su regreso el conde le dio a su hermano parte de la herencia concreta de su padre, recibiendo la pària de Lleida.
Hasta el final del año 1077 el Papa Gregorio VII envió a Girona a su legado Amat d’Oloron, para dar impulso a sus ideas de reforma de la Iglesia. Es posible que este aprovechara su estancia para intentar de reconciliar a los dos hermanos, los cuales habían sido recomendados al Papa, por su padre en el testamento. El pontífice escribió el año 1079 al obispo de Girona pidiéndole para que actuara, juntamente con el abad de Ripoll, Sant Cugat y Sant Ponç de Tomeres, para que pusieran fin a las discordias de los dos condes. A causa de esto el mismo año los dos hermanos se repartieron la ciudad de Barcelona con las tierras. Castillos y casas de los alrededores, del Llobregat al Besós, Castellvell y su marca, Olèrdola, Vilafranca del Penedés, Vallmoll, y sus alous, Erampruñá, Benviure, Gavà, Pallejà, Garrosa, les Franqueses del Llobregat y otros dominios; y convinieron que residirían alternativamente, durante seis meses, en el palacio condal o en las casas de Bernat Ramón. Un complemento sin fecha, hacia la división también de la residencia en el castillo de Port, y de los de Santa Perpètua, Montagut, Pontons, Vilademàger, Tamarit, Cubelles, Vilafranca del Penedés (la torre Dela) y Vallmoll. Las funciones soberanas quedaban indivisibles, así como las rentas por los juicios, mercados, moneda y unos patios de Barcelona. Pero Berenguer continuaba reclamando, y el 1080 consiguió de su hermano la definición de la mitad del castillo de Barberà, de la Bleda (Olèrdola) y de los condados de Carcasona y Rasès. Ramón entonces prometió dividir todas las adquisiciones futuras, incluyendo las naves que se construyeran y las que se adquirieran. No se contaría en indiviso las naves que esos momentos tenían, pero si se repartirían la mitad de las presas que hicieran.
Hacia el año 1077 realizó una expedición a Múrcia, en ayuda del rey sarraceno de Sevilla contra los de Toledo, Valencia, Granada y Málaga, que eran ayudados por Alfonso VI de Castilla. Esta expedición resultó un fracaso. El
1078 se casó con Mafalda de Pulla-Calàbria, hija de Robert de Hauteville y duque de Calàbria, de este matrimonio nacieron: la infanta Almodis de Barcelona que se casó con Bernat Amat, vizconde de Carmona. La infanta Mafalda de Barcelona, casada con Arnau Guillén vizconde de Fenollet. Y por ultimo el infante Ramón Berenguer III, hijo póstumo y que seria designado conde de Barcelona el mismo año de su nacimiento, aunque tubo la tutela de su tío hasta la muerte de este el año 1097.
Posteriormente los condados de Barcelona y de Urgel y la ciudad de Lleida lucharon contra el rey sarraceno de Zaragoza y como consecuencia de eso el peligro islámico reculó, tanto por el lado de Lleida, donde la colonización cristiana llegó a Sidamon y Torregrossa, como por la actual Conca de Barberà, donde el 1079 ya era repoblada la Espluga de Francolí.
Con ocasión de la preparación de una expedición fallida el 1081, el Cid Campeador, se enemistó con su rey Alfonso VI de castilla, y fue a Barcelona a ofrecer su colaboración, que no fue aceptada; entonces se peleó con un sobrino de los condes y lo hirió. A continuación pasó al servio del rey sarraceno de Zaragoza, mientras que el rey de Lleida se apoyaba con los reyes navarroaragoneses primero y en los condes de Barcelona después. Esto enfrentó a Berenguer Ramón, con el Cid, cerca de Almenar, el verano de 1082. El conde fue derrotado y cayó prisionero. Una vez liberado, debió sentirse frustrado y eso agravó su carácter. El 5 de diciembre de dicho año, yendo Cap d’Estopes de Barcelona a Girona, al pasar por un lugar boscoso y solitario, conocido después por la Perxa de l’Astor (Montnegre), fue muerto por unos desconocidos, que puede ser fueran sus mismos acompañantes. El cadáver fue tirado al, después llamado Gora del Comte o de la Perxa de l’Astor, y allí fue descubierto por l’astor que llevaba la víctima, que habría guiado a los que lo buscaban. La voz popular acusó en aquel momento a su hermano como instigador de su muerte, motivo por el cual Berenguer Ramón II es conocido como el Fratricida. El cuerpo del asesinado fue llevado a Girona y sepultado en la catedral de esta ciudad.
Después de la muerte de Cap d’Estopes, Berenguer Ramón dirigió una expedición contra los sarraceno de Zaragoza, que ayudados por el Cid atacaron la pària de Lleida, que era aliado de Barcelona, y Berenguer Ramón II fue hecho prisionero. En 1090 cayo nuevamente prisionero del Cid en la batalla de Tébar. Ayudados por los genoveses y por el rey de Aragón Sancho III atacó el 1092 la ciudad de Tortosa y la ocupó.
A la muerte de Cap d’Estopes, se formó un partido antifratricida encabezado por Ramón Folc I de Cardona y Bernat Guillem de Queralt, a los cuales se le unió el obispo de Vic Berenguer Sunifred de Lluçà, los cuales encargaron la tutoría del pequeño hijo del muerto, Ramón Berenguer III, al conde Guillem I de Cerdaña, tío del pequeño.
Pero el 1086, este frente antifratricida se rompió y se acordó que Berenguer Ramón II participara en la tutoría de el pequeño, prometiendo que no se casaría y que por tanto la herencia recaería directamente en le pequeño hijo de Cap d’Estopes. El 1091 el Papa Urbano II lo independizo de arzobispado de Narbona y estableció el arzobispado de Tarragona, ocupados efímeramente por el conde catalán. Cuando su sobrino Ramón Berenguer III llegó a la mayoría de edad, le dejó el gobierno de los condados. Y el se fue en peregrinación a Jerusalén donde se cree que murió.

Pero a mi en Sant Miquel del Fai, me explicaron cuando yo era pequeño que una visita que hicimos, con esto no voy a poner en duda a los historiadores, Dios me libre, solo quiero exponer lo que me contó un Sr. que se cuidaba del monasterio de Sant Miquel del Fai. Me dijo que estando de cacería los dos hermanos, se les hizo de noche y se alojaron en el monasterio de Sant Miquel del Fai, a la mañana siguiente estando Ramón Berenguer II, observando el Valle y de los pueblos de Bigues y Riells, y como su hermano, Berenguer Ramón II estaba celoso de el por que era tan guapo con su cabellera rubia, no pudo aguantar la tentación y lo empujo por el acantilado, y que así se había producido la muerte de Cap d’Estopes. Tal vez no sea verdad, pero a mi me impactó, y si mucho analizamos tal vez la otra manera tampoco fue verdad, ¿quien sabe?

EL BUFADOR DE PEÑÍSCOLA

Com la força d’un ciclop és el bram de Neptú.
Com un bram embogit pel brogit de la gent.
Ferit i amb sang, rabiós pel dolor,
empeny un cop i un altre la barrera
tot travessant la banya el bufador foradat.
Amb brunyera i espasmes, desafiant,
Amenaça.
De la forta envestida fa trontollar la plaça
però la forta escumera se’n torna novament
amb la vençuda onada.
Tornaran altres Graus a colpejar la tanca.
També les incansables i nervioses ones.
Bufarulls i brams per la balmada roca
grataran la pedra, tremirà la cova
sota la ferma mirada
de la imponent muralla!

JOSEP COLOMER I COLOMER

miércoles, 20 de febrero de 2008

Ramon Berenguer I “el Vell” (1035-1076) (Segunda y ultima parte) La dinastía catalana, vista por un aficionado.

Nunca se desprende uno de lo que le pertenece, aunque lo tire o lo regale. Johann Wolfgang Goethe

Cuando la política promete ser redención, promete demasiado. Cuando pretende hacer la obra de Dios, pasa a ser, no divina, sino demoníaca. Benedicto XVI


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y de esta forma conseguir imponer el pago de tributos, a los estados árabes de Lleida y Tortosa.

Se decidió atacar Zaragoza, pues según el rey musulmán de Lleida, el rey Muqtadir tenía ambiciones anexionistas, y el conde para proteger a rey de Lleida, el cual le pagaba tributo, atacó Zaragoza imponiendo al rey Muqtadir el pago de tributos a Barcelona, esto le permitió a Ramón Berenguer I conquistar la baja Ribagorza, Pilçà, Puig-roig, Estopiña y Caselles, como también consolidar el dominio sobre Tarrega, Forés y las Olugues, ocupadas desde el año 1058; así pues el conde orientaba la política de expansión a costa del Islam en dirección a poniente, dejando de momento de lado el área meridional donde después de había repoblado Tamarit, no llevo a termino ningún intento de apoderarse de Tarragona, situada a nada mas que ocho km. de las posiciones cristianas. Ramón Berenguer I quería mantener la alianza con Tortosa, sometida a tributos, y tal como explica Ferran Soldevila, apoderase de los territorios por donde se podían expansionarse los condado de Pallars, Urgel, o Cerdaña, los cuales así quedaban cercados por los dominios del conde de Barcelona, así también sustraer esta zona occidental del los condados catalanes a la posible influencia de los reyes de Aragón.

Ramón Berenguer I, una vez vencido Mir Geribert, y muerto un año después de haberse sometido al conde, y teniendo grandes sumas de dinero pagadas por los reyes musulmanes vecinos, pudo restablecer su autoridad sobre los nobles de Barcelona, Girona y Osona mediante una política de reconciliación. El conde llamó a cada uno de los jefes de los linajes aristocráticos a comparecer delante de sus tribunales, donde el barón era condenado por rebeldía y le era impuesta una multa muchas veces simbólica. Acatando la sentencia, el noble conseguía ser readmitido en el circulo del los fieles al conde. Ramón Berenguer I se aseguraba la fidelidad de cada barón, no resituandolo en la condición de delegado de la potestad del conde, si no imponiéndole la concertación de conveniencia, donde se establecía al conde como al señor eminente de las fortalezas controladas por el barón; el jefe nobiliario pues quedaba obligado a rendir el castillo a Ramón Berenguer I, permitiéndole entrar y estarse siempre que el conde lo solicitara, finalmente, Ramón Berenguer I consolidad su dominio sobre las fortificaciones de los nobles, haciéndose jurar fidelidad también por los comandantes de la guarniciones de las fortalezas.

Pero en algunos casos, el conde no tuvo bastante haciéndose reconocer señor eminente de las fortalezas, y miro de hacerse propietario, ya fuera exigiéndolo, como hizo en Barcelona con el castillo de Montjuich, que había estado controlado por Mir de Geribert, o también por compra: pagándolos con el oro de los tributos musulmanes, Ramón Berenguer I y su mujer Almodis adquirieron, a los linajes más ricos y desleales de la zona, once castillos en el termino del Penedés, epicentro de la revuelta feudal. El éxito de esta política de reconciliación con la nobleza fue tan grande que, subscribieron pactos de dependencia respecto al conde las familias más destacadas: los Gurb-Queralt y los Orís de Osona, los Cervelló en Barcelona, los Cervià-Celrà de Girona, como también las casa vizcondales de Barcelona, Cabrera (Girona) y Cardona (Osona); en estos pactos, concluidos bajo forma de conveniencia, Ramón Berenguer I siempre establecía la obligación de los magnates a reconocer su autoridad y mantenerse fieles en todos los sitios de sus dominios, descritos minuciosamente en los documentos: los cuatro condados de Barcelona, Girona, Osona y Manresa, los tres obispados de Barcelona, Girona y Vic, las cinco ciudades de Barcelona, Vic, Manresa, Girona y Cardona, y los castillos conquistados de la Baja Ribagorza, además los nobles no podían intentar nunca de apoderarse de los tributos de los reyes taifas.

Tal como hemos visto el poder condal restaurado por Ramón Berenguer I, se basó no en la sumisión total de la nobleza, si no en el pacto y la negociación del conde con los linajes aristocráticos. Ante esta aceptación por parte de la aristocracia, el conde se olvida de las franquicias, concedidas a la pagesia, y permite que los nobles opriman a la pagesia a la cual ahora no necesita.
Así pues el fin de las revueltas y el retorno a la paz, iniciado el 1060, no significó para los pagesos recuperar las condiciones de libertad vigentes hasta el año 1020, si no consolidar su opresión por los barones feudales.

Después de la revolución feudal, como que Ramón Berenguer I fue el único capaz de imponerse del todo a los clanes nobiliarios de sus dominios, esto le dio al condado de Barcelona una supremacía respecto a los sagas condales catalanes que se acentuó a partir de la sumisión completa de los nobles. Y esto hizo que recibiera homenajes y juramentos de fidelidad de los condes de Besalú, Cerdaña, Ampuries y Rosellón, además los condes de Urgel continuaron con la política de fidelidad a Barcelona, iniciada por el homenaje de Armengol II a Berenguer Ramón I, rendido el 1018. Pero a pesar de estos homenajes no significó la extensión de la autoridad del conde de Barcelona por igual a toda la Marca Hispánica. En primer lugar, la feudalización había permitido a muchos clanes aristocráticos, como ahora los Castellbó y los Cabrera en Urgel o la casa vizcondal de la Cerdaña, actuar al margen de los poderes condales, por lo cual, el vasallaje del conde hacia Ramón Berenguer I no vinculaba aquellas zonas del condado donde el poder efectivo había pasado a los barones; por otro lado cuando por ejemplo Poncio de Ampuries, juró fidelidad al Ramón Berenguer I, eso no implicaba establecer el condado de Ampuries como bien concedido hacia Ramón Berenguer I, la fidelidad jurada nada mas concernía que el conde de Ampuries, no seria nunca enemigo del conde de Barcelona. Después de todas estas exposiciones, y de los juramentos de fidelidad que le rindieron Hugo Dalmau hijo de los vizcondes de Berga, en resumidas cuentas que este movimiento no fue y sirvió para fortalecer el dominio del conde de Barcelona, pero no para mejorar los condados catalanes que estaban todos bajo la influencia de Ramón Berenguer I. Y así resulto que se aprovecho del movimiento feudal para sus intereses particulares, (lo mismo que ahora y nos pensamos que lo han inventado estos) todas las bellas ideas de la juventud se le habían perdido tras la ambición desmesurada de los gobernantes triunfadores.

Y así fue que el conde y su mujer Almodis, organizaron el gobierno de sus condados de Barcelona, Girona, y Osona no por medio de funcionarios públicos, si no con el concurso de personas obligadas con el conde y la condesa por juramentos de fidelidad y de homenaje. A nivel central, contaron con la curia condal, un órgano meramente consultivo integrado por todos aquellos magnates convocados expresamente por el conde y la condesa, no había dentro de la curia por derecho propio; en un ámbito mas cercano la pareja condal gobernaba con la ayuda del consejo privado, constituido por los nobles, pero de linajes no muy poderosos, gente de debía al conde todo lo que tenia, y de este modo Ramón Berenguer I y Almodis evitaron una preponderancia excesiva de los grandes magnates. A parte de estos dos órganos, había tres cargos que auxiliaban directamente al conde: el Senescal, el Juez de palacio y el veguer de Barcelona. El primero se dedicaba a la intendencia de la casa del conde, el juez no podía intervenir en los pleitos, si no que su faena era asesorar a los condes en cuestiones jurídicas que luego ellos se las saltaban si les convenía. El veguer aseguraba dentro del condado el cumplimiento de los pactos y deberes respecto al conde. Y con toda esta labor resulta que llegó a ser una pieza clave en el gobierno, como también lo fueron los Batlles, encargados de recibir los derechos del conde sobre los castillos, pueblos, villas y ciudades.

Desde el mismo momento en que empezó la crisis del Califato de Córdoba, y de su posterior disgregación en reinos de taifas, los grupos de poder de los condados catalanes se propusieron aprovecharse de la debilidad del al-Andalus después de la caída del estado omeya, y así se organizaron diversas expediciones con el propósito de sacar riqueza y botines, la mas destacada de las cuales fue dirigida en el año 1010 por el conde Ramón Borrell contra Córdoba. Al mismo tiempo el pago de tributos por parte de los reyes taifas a los condes fue una cosa discontinua hasta que Ramón Berenguer I impuso un pago fijo a Lleida, a Tortosa y a Zaragoza; a partir de entonces los tributos de los estados árabes serian un ingreso constante de tesoro condal, cosa que condicionará la política de relaciones con el Islam; Ramón Berenguer I siempre prefirió mas cobrar tributos que conquistar territorios, por eso, como ya se ha expuesto, renunció a apoderarse de Tarragona, todo y la proximidad a las posiciones cristianas.

Aparte de imponerse dentro de sus dominios para resolver los conflictos con otros poderes, como ahora para poner fin a las pretensiones de Armengol IV de Urgel sobre los castillos de Pilça, Purroi y Casserres, en la Baja Ribagorza, comprándole los derechos, al conde de Barcelona, los recursos económicos de el oro musulmán le servían también para expandirse territorialmente su poder, así Ramón Berenguer I y Almodis adquirieron los condados de Carcasona y Rasès con intención de constituir un dominio para su hijo Ramón Berenguer llamado Cap d’estopes en aquellos momentos, el heredero de Barcelona no era el si no el primogénito Pedro Ramón. Este propósito renació por que en unas largas y complejas negociaciones realizadas entre los años 1067 y 1070, los condes de Barcelona compraron, con oro, los derechos de todos los otros posibles herederos del conde Ramón ii de Rasès, muerto el 1065 sin descendencia ni colaterales.

Ramón Berenguer I y Almodis, orientaron su afán expansionista hacia Carcasona y Rasès, a pesar de las dificultades de la operación, por que no siendo posible ensanchar sus dominios a costa del Islam, por que como consecuencia perdería los tributos que le pagaban los reyes de Lleida, Zaragoza y Tortosa, que le hacían disponer de oro suficiente para imponerse sobre sus nobles, para ellos la mejor vía era la expansión hacia las tierras de Occitania.

Las nupcias de Ramón Berenguer I fueron:
En 1039 se casó con Elisabet de Nimes, seguramente hija del vizconde Raimón Bernat I de Nimes. Tuvieron: Al infante Pedro Ramón de Barcelona; infante Arnau de Barcelona; infante Berenguer de Barcelona.
En el 1051 se casó con Blanca de Narbona, hija de Llop Ató Zuberoa y Ermengarda de Narbona. Fue repudiada al año siguiente sin tener descendencia.
El 1056 se casó, en terceras nupcias, con Almodis de la Marca, hija del conde Bernardo I de Rasès. Tuvieron:
La infanta Inés de Barcelona, casada con el conde Guigues VII de Albon.
El infante Ramón Berenguer II conde de Barcelona.
El infante Berenguer Ramón II conde de Barcelona.
La infanta Sancha de Barcelona, casada en segundas nupcias, con Guillermo I de Cerdaña, conde de Cerdaña y Berga.

En Barcelona-Girona-Osona, el poder principesco del conde, instituido después de la victoria sobre los barones feudales, entro en crisis, precisamente, por la manera como Ramón Berenguer I, muerto el 1076, dispuso su sucesión. La línea de la sucesión se alteró el 1071 por causa del asesinato de Almodis, por su hijastro y primogénito del conde: Pedro Ramón, hijo del primer matrimonio de Ramón Berenguer I con Elisabet de Nimes. Como explica Santiago Sobrequés, para los grandes condes de la saga Barcelonina, la condesa actuó siempre con preponderancia, tal y como lo muestran ciertos detalles, como ahora la redacción, en tiempos de Almodis de los documentos siempre por duplicado, con un ejemplar para el conde y otro para la condesa; además, en los papeles oficiales, Almodis se hacia mencionar siempre, ignorando al primogénito. Para Pedro Ramón, el heredero de los condados, debía de considerar siempre una cosa anormal este protagonismo de Almodis de la Marca, que por ejemplo, la condesa Ermesenda de Carcasona nunca había pretendido en vida de su marido, el conde Ramón Borrell. Seguramente, el odio del primogénito hacia la condesa se exacerbó, después de ver como la compleja, y laboriosa, adquisición de los condados de Carcasona y Rasès se había hecho con el único propósito, de constituir un dominio propio para Ramón Berenguer Cap d’Estopes, hijo de Almodis de la Marca. Pedro Ramón asesinó a la condesa de una manera nada premeditada, tal vez con sus propias manos, por culpa de su crimen, el primogénito fue desposeído de sus derechos sucesorios, y el año 1072-1073, el Papa Gregorio VII lo condenó al exilio y a redimirse luchando contra los infieles, en combate contra los cuales, el exheredero de Barcelona murió en el al-Andalus.

Después de todo este caso, Ramón Berenguer I tomo la decisión de dejar sus dominios en cogobierno a sus dos hijos, tenidos con Almodis de la Marca, Ramón Berenguer II llamado Cap d’Estopes y a Berenguer Ramón II, los cuales eran gemelos, o si no, con muy poca diferencia de edad, avían de regir Barcelona, Girona y Osona con absoluto condominio y plena igualdad de tal manera que según se había establecido, si alguno juraba fidelidad a uno de los dos condes de Barcelona, había de jurarla también al otro. Las posteriores divisiones entre los dos hermanos debilitaron el poder condal; además, el cogobierno anunciaba una futura división del dominio Barcelonino, inevitable si los dos condes hubieran tenido descendencia.

Ramon Berenguer I “el Vell” (1035-1076) (Primera parte) La dinastía catalana, vista por un aficionado.

Es amigo mío aquel que me socorre, no el que me compadece. Thomas Fuller.

Lo que ha sido creído por todos siempre y en todas partes, tiene todas las posibilidades de ser falso. Paul Ambroise Valéry.
El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan. Arnold J. Toynbee.
Cuando murió el año 1035, Berenguer Ramón I repartió sus dominios entre sus hijos, Guillermo fue conde de Osona, Ramón Berenguer I obtuvo Barcelona y Girona, excepto el extremo sur, entre el Llobregat y la frontera con el el Islam, que constituido en condado del Penedés fue para Sancho; Estos tres herederos, como que eran menores de edad, quedaron bajo la tutela de su abuela Ermesenda, la única representante efectiva del poder condal en Barcelona, Girona, Osona y el Penedés entre 1035 hasta el 1041.

Como consecuencia del descrédito del poder condal durante el cogobierno de Berenguer Ramón I y Ermesenda, en Barcelona, Girona y Osona, pero especialmente en el Penedés, área de frontera con el Islam, los nobles, prescindieron totalmente de la potestad del conde, y tomaron ellos mismos el control de las fortalezas de las cuales llegaron a disponer como si fueran de su propiedad, esto es, si la supervisión de la curia condal. Entre estos aristócratas, antiguos Veguers que llegaron a señores, en el Penedés destaca Mir Geribert, con influencias en Barcelona por ser primo del Vizconde Udalard II y del obispo Guislabert, en un momento en que, por su dominio del Castillo Vell, cerca de el antiguo acueducto, y del castillo Bisbal, la familia vizcondal controló dos de las cuatro torres del recinto amurallado, además del castillo del Puerto, en Montjuich, desde donde se dominaba toda la ciudad y la bahía. En fin que toda la nobleza sigue a Mir Geribert, el posee una serie de castillos en el área de la frontera, para estar mas seguro, a su primo el obispo Guislabert I le cede la fortaleza de Ribes, y la castellania de Sant Martí de Sarroca, con la seguridad que le da todos estos apoyos, se da a si mismo el titulo de príncipe de Olèrdola.

Así los nobles del Penedés, reunidos alrededor de su líder, son contrarios al poder condal por que mantiene la paz con el Islam, la cual, si puede resultar beneficiosa para los comerciantes barceloneses y para el conde, por los tributos que le pagan los reyes taifas musulmanes, es completamente ruinosa para los aristócratas, que nada mas pueden acceder al oro árabe por medio de la guerra y los botines. Así fuera de la tutela del conde los aristócratas imponían tributos a los hombres libres de la Castellania, cosa que afirmaba en su condición de Caudillo a Mir Geribert. Otro agravio contra el conde era el soporte a las pretensiones del Monasterio de Sant Cugat del Valles, el cual basándose en unos concesiones que, doscientos años atrás, les había hecho Luís el Piadoso, se proclamaba propietario de grandes dominios territoriales en el área de la frontera; como no Ermesenda, no puede dominar a los nobles, busca la ayuda del Abad Oliba, y otros curiales que se enfrentan a los nobles de Mir Geribert, pero toda la ayuda que encuentra Ermesenda es de gente vieja como ella, ya que si ella tenia ya los sesenta y cinco años, el abad Oliba, estaba en los sesenta y nueve, y así todos los demás, mientras los del grupo de Mir Geribert, todos eran jóvenes.
A todo esto con los dos bandos enfrentados y delimitados por el hecho generacional, condicionará la actuación de Ramón Berenguer I que ya llegado a la mayoría de edad, comenzó a ejercer efectivamente sus funciones. Pero si por su condición de conde, le hubiera correspondido alinearse con el grupo de su abuela, por la edad, Ramón Berenguer I pertenecía a la generación de Mir Geribert y de sus barones, así pues, pensaba como ellos. Por eso el proyecto político de Ramón Berenguer I será, naturalmente de imponerse a los barones rebeldes pero no como defendía su abuela Ermesenda y sus curiales, sobre la base de devolver el orden vigente en el tiempo de su abuelo Ramón Borrell, a quien el joven conde ni tan solo había llegado a conocer, si no que lo que quería era aceptar las nuevas practicas feudales, las cuales, para el nacido en 1029, habían existido toda la vida. Por eso, en todo el proceso de luchas que Barcelona, Girona y Osona sufrirán entre el 1041 y 1059, en algunos casos, Ermesenda llegará a posicionarse contra su nieto.

A causa de hecho generacional antes mencionado, Ramón Berenguer I se mantuvo equidistante de los dos bandos que se habían constituido. Para recuperar el condado de Girona, que le cedió a su abuela Ermesenda a cambio de la liberación de su tutela, el conde no repugnándole a diferencia de su abuela, las practicas feudales, no dudo en aliarse con Mir Geribert, el cual se puso al servicio del conde, a cambio del reconocimiento de su posición de dominio en la frontera; Ramón Berenguer I sacrificaba, así, la posición de su hermano el conde Sancho del Penedes.

Poco después, una vez se hubo apoderado del condado que estaba en manos de su abuela, reconstruyendo así el eje Barcelona-Girona, base de la saga condal, Ramón Berenguer I se reconcilio con su abuela Ermesenda. Sintiéndose traicionados los barones feudales iniciaron un revuelta, desertando en masa de las hueste condal, reunida para atacar a Ramón Wilfredo de Cerdaña; paralelamente, en Barcelona, con el propósito de imponer su señoría en la ciudad, el obispo Guislabert y el Vizconde Udalard II intentaron un golpe de estado, llegando, ha apedrear el palacio condal; la tentativa fracasó gracias al soporte de la masa urbana hacia el poder condal, única garantía de continuidad de las franquicias de Barcelona pactadas con Berenguer Ramón I. Ramón Berenguer I se impuso a los rebeldes, y después de una sentencia emitida contra ellos por un tribunal bajo la presidencia del Abad Oliba, Guislabert de Barcelona tubo que jurar, contra toda evidencia, no haber tomado parte en la sedición y además, ceder en fianza el castillo del obispado, como también fue requerido a pagar el precio de la investidura episcopal que aun no había satisfecho, y por otro lado Udalard II tubo que indemnizar a Ramón Berenguer I con doscientas onzas de oro, así como también fue obligado a poner el Castell Vell a disposición del conde.

Si Ramón Berenguer I pudo dominar la situación en Barcelona, no fue solo por el soporte de la masa urbano, contraria al bando que pretendía imponer el clan de vizconde, si no también por la ayuda de su abuela Ermesenda la cual como no se fiaba de su nieto, muy propenso a entenderse con la nobleza feudal, condiciono su soporte al conde si se casaba con Blanca de Narbona, mujer de confianza de Ermesenda. En su gobierno, el conde no seguía las directrices de su abuela de aconsejarse de los jueces y prelados, si no que resolvía sus relaciones con la nobleza mediante juramentos, y no de acuerdo con la ley, por eso, empezó a crearse una tirantez entre la abuela y el nieto, que llego a la ruptura total cuando Ramón Berenguer I tomo la decisión de repudiar a su mujer Blanca de Narbona y se caso no Almodis de la Marca; Ermesenda movió todas sus influencias entre las jerarquías eclesiásticas, hasta que consiguió del Papa Víctor II y de los arzobispos de Narbona y de Arlés, una sentencia de excomunión contra Ramón Berenguer I y Almodis de la Marca, por adulterio, ha que esta para unirse a Ramón Berenguer I, había abandonado a su marido el conde de Tolosa.

Mientras tanto en el condado del Penedés, Ramón Berenguer I, todo y que había fortalecido su posición con la renuncia, a cambio de dineros de su hermano Sancho al condado, no conseguía imponerse a los fieles de Mir Geribert, los cuales habían cometido delitos contra la potestad del conde, como por ejemplo suprimir la franquicias de Olèrdola, y también del Valles, que les había otorgado el conde; al mismo tiempo habían cometido una traición intentando inducir a los reyes musulmanes de Lleida y Tortosa a que no pagaran las “paries” que el conde les había impuesto después de sus victoriosas campañas; un tribunal condeno a Mir de Geribert, en rebeldía por que no compareció ante el tribunal, a reparar las ilegalidades cometidas, pero el príncipe de Olèrdola se pudo aprovechar de debilidad del conde, frente a Ermesenda por el matrimonio con Almodis de la Marca, e hizo caso omiso de la sentencia y continuo con la revuelta.

La excomunión significó un golpe muy duro a la autoridad de Ramón Berenguer I, que Mir de Geribert supo aprovechar para extender sus rapiñas y pillajes no solo al Vallés, si no a Osona y todo, en donde se apodero de la herencia del su suegro, Gombáu de Basora; Por otro lado, el conde Guillermo II de Besalú rompió el compromiso matrimonial con la hermana de Almodis y se dispuso a entrar, juntamente con Roger, conde de Foix y de Carcasona, sobrino de Ermesenda, en una coalición que la vieja condesa pretendía dirigir contra su nieto.

La situación política se giró de pronto a favor de Ramón Berenguer I. Ermesenda, habiendo visto disuelto su grupo de confianza por la muerte de sus principales consejeros: El Abad Oliba, el obispo Pere de Girona, poco después Gombáu de Basora, y comprendiendo tal vez que su actuación solo hacia mas perjudicar a su nieto favorecer a los barones feudales rebeldes, le vendió todos sus derechos a Ramón Berenguer I y Almodis, por mil onzas de oro, así como, se comprometió a interceder delante de la Santa Sede para levantar las excomuniones. Después de cuarenta años de ser una figura clave en la evolución política de Barcelona-Girona-Osona, Ermesenda se retiró y murió, meses después, el 1 de marzo de 1058.

Ramón Berenguer I, a pesar de todo, había obtenido un importante éxito con la compra, a su hermano Guillermo de Osona, de sus derechos sobre el condado de Osona; pero en cambio no había podido actuar con firmeza en el Penedés, a causa del conflicto con su abuela; por eso, después de la abdicación de su abuela, el conde gracias ha haber tenido unas ganancias por el botín logrado en un ataque contra el reino de Zaragoza, consiguió el retorno de una gran parte de los clanes nobiliarios a su sequito, abandonando a el caudillo rebelde, y entonces, dirigió una expedición contra el Penedés, y Mir de Geribert tubo que exilarse a Tortosa, de donde volvió el año siguiente para someterse a la autoridad de Ramón Berenguer I. Así el conde consiguió imponer su poder en todo el territorio de Barcelona-Girona-Osona, reunificándolo de nuevo bajo su dominio.
Si, a diferencia de los otros condes, Ramón Berenguer I de Barcelona consiguió imponerse del todo a los nobles rebeldes de sus dominios, fue en gran parte por que a pesar de la crisis del poder condal a causa de la sedición aristocráticas, el conde de Barcelona supo conseguir mantener la iniciativa en la lucha contra el vecino musulmán,
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domingo, 17 de febrero de 2008

Borrell III (992-1018) Berenguer Ramon I “el corvat” (1018-1035) La dinastía catalana, vista por un aficionado.

Renunciar a mi pasión es como desgarrar con mis uñas una parte viva de mi corazón. Gabriele d'Annunzio.

La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir. Jacques Benigne Bossuet

Ramón Borrell III, Conde de Barcelona, Girona y Osona desde el año 992 hasta el 1017. Hijo mayor del conde Borrell de Barcelona y de su mujer Letgarda de Tolosa. Asociado al poder por su padre el 988, gobernó solo a partir de la muerte de este, el 992. El 993 se casó con Ermessenda de Carcasona, hija de Roger I, conde de Carcasona. Tuvo un hijo: Berenguer Ramón I el 1006. Ermesenda participó con el en el gobierno de los condados, en la presidencia de las asambleas y tribunales y en las campañas militares a Al-Andalus.
Durante los años 1000-1002, fue objeto de diversas razias del caudillo musulmán Almanzor. El 1003 dirigió una expedición a Lleida que fue contestada con una nueva razia del hijo de Almanzor, Abd al-Malik. El año 1010, aprovechando que el Califato de Córdoba había entrado en un proceso de guerra civil, organizó una expedición a Córdoba juntamente con Armengol I de Urgel, Bernat de Besalú y Wahid, un caudillo musulmán partidario de la Omeya Muhammad II. La expedición derrotó a Sulayman al-Mustain en la batalla de Aqbat al-Bakr cerca de Córdoba y Muhammad II recuperó Córdoba, pero fue asesinado por los hombres de Wadih, que repuso a Hixem II. Esta batalla puso fin definitivamente al dominio musulmán sobre Cataluña. Además con su relación directa con el Papa Silvestre II, reforzó la independencia respecto al rey de Francia. Los años 1015-1016 realizó nuevas expediciones al Ebro y al Segre.
Durante estas razias, sobretodo en el año 1010, además de victorias militares se obtuvieron importantes botines, principal motivo de la participación de los nobles en la guerra. De cara al interior del condado, estimuló la repoblación de la parte oriental de la Segarra, la Conca de Barberà y el Camp de Tarragona. También impulsó la construcción de la catedral de Barcelona. Como curiosidad, podemos decir que Ramón Borrell III, fue el primer conde catalán que acuño moneda propia. A su muerte, el 1017, le sucedió su hijo Berenguer Ramón I. Su viuda Ermesenda actuó como regente hasta la mayoría de edad del infante, que fue el 1023.
Berenguer Ramón I, llamado el “Corbat” desde el 992-1006, gobernó con su madre Ermesenda como regente, y a partir del 1006-1035 solo, el sobrenombre de Corbat no tiene ningún fundamento histórico, solo es producto de una confusión que se empieza a nombrar a partir del siglo XIII pero no se sabe por que.
Hijo de Ramón Borrell, conde de Barcelona y de Ermesenda de Carcasona. La figura de Berenguer Ramón I tiene un doble variante: por un lado, ha pasado a la historia como un hombre ecuánime. Durante su mandato predominó la paz. Sometió pacíficamente al conde de Urgel, Armengol, restableció la concordia con el conde Hugo I de Ampuries y tuvo excelentes relaciones con Guillermo I de Besalú y Wilfredo II de Cerdaña. También tuvo buenas relaciones con el Papa y el 1032 realizó un viaje a Roma. Además, fue diversas veces a Zaragoza y a Navarra, para entrevistarse con Sancho Garcés III el Mayor, rey de Navarra, y unificar criterios en la relaciones con los condes de Tolosa. Sus hombres de confianza y consejeros fueron el Abad Oliba, el juez Poncio Bofill, Gombáu de Besora y los obispos Pedro de Girona y Deudat de Barcelona.
En el 1025 promulgó un decreto que liberaba a los propietarios de las tierras de cualquier vinculación jurisdiccional que no fuera la del condado y los libraba de los impuestos. Por otro lado, el gobierno de Berenguer Ramón I marcó el inicio del declive del poder condal. Al morir su padre el 1018, Berenguer Ramón aun era menor de edad y su madre Ermesenda actuó de tutora y regente hasta el 1023. Pero cuando Berenguer Ramón llegó a la mayoría de edad no comenzó a gobernar solo, sino que Ermesenda continuo asociada al gobierno.
Según algunos cronistas, el carácter de Berenguer Ramón era débil e indeciso. Además, la política de paz con el Islam iba en contra de los deseos de la nobleza que veían la guerra como la única manera de conseguir gloria y riquezas. Esto hizo que algunos nobles comenzaran a actuar al margen del poder condal. Ermesenda, en cambio, era enérgica y decidida e intentó por todos los medios de imponer su autoridad sobre los otros nobles. Pero su condición de mujer le impedía ejercer de caudillo militar y por tanto de organizar alguna razia o expedición militar que satisficiera las ansias de poder de los aristócratas.
Se casó con Sancha de Gascuña el 1018, con la cual no tuvo hijos. Habiendo enviudado, el 1021 se casó con Sancha de Castilla, hija de Sancho García, conde de Castilla. Con esta tuvo dos hijos: Ramón Berenguer y el infante Sancho de Olèrdola. El año 1027 se volvió a casar, esta vez con Guisla de Yuca, hija del veguer de Balsareny. Y tuvo tres hijos: el infante Guillermo I de Osona, conde de Osona, el infante Bernardo Berenguer de Barcelona y la infanta Sibila de Barcelona, casada con Enrique de Borgoña, padres del conde Enrique de Portugal.
La desintegración del poder condal se hizo mas evidente cuando, poco antes de morir, el año 1035, Berenguer Ramón I repartió sus dominios entre sus hijos: Ramón Berenguer recibió Girona y Barcelona hasta el Llobregat; Sancho de Olèrdola, el territorio fronterero que iba desde el Llobregat hasta la tierra de los musulmanes, constituyéndolo como condado del Penedés, con capital a Olèrdola; y a Guillermo le dejó Osona.



ENRERE

El temps se m’atura
quan el día
és semblant
a un altre día.

Llauro amb l’esguard
tot el que hi ha
a l’estança

el somni s’hi passeja
i m’empeny —incauta —
cap al fred.

Mentre flairo la llum
esbocinada del dins
la fosca em fa de disfressa.

NURIA CABRÉ CASTELLVÍ

Borrell II (947-992); Miró I (947-966) La dinastía catalana, vista por un aficionado.

El hombre que escucha la razón está perdido. La razón esclaviza a todos los que no son bastante fuertes para dominarla. George Bernard Shaw.
Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje. Aldous Huxley.

Borrell II accedió al gobierno de los condados de Barcelona, Girona y Osona, al retirarse su padre a ejercer la vida monacal, el condado de Urgel lo heredó al morir su tío Sunifredo II, compartió esta tarea con su hermano, Miró I. Borrell II utilizó también el titulo de dux Gothiæ.

Se casó con Letgarda de Tolosa, hija de Raimundo III, duque de Aquitania, con la que tuvo dos hijos y dos hijas: Ramón Borrell, Armengol, Ermengarda y Riquilda. Tras la muerte de Letgarda se volvió a casar, esta vez con Eimeruda de Alvernia. Al contrario que su padre, fue un conde más diplomático que militar. Procuró mantener siempre relaciones cordiales con sus dos poderosos vecinos: los francos al norte y los andalusis al sur. Intercambió embajadas con Córdoba (Centro del poder musulmán) y firmó un tratado de paz con el califa Al-Hakam II.

También mantuvo buenas relaciones con el papado. En 970 viajó a Roma para intentar reorganizar la administración religiosa catalana (restauró el arzobispado de Tarragona). Fue protector de las ciencias y de la cultura. Invitó al monje Gerberto de Aurillac (que años más tarde llegaría a Papa con el nombre de Silvestre II) a residir en el condado para que ampliara sus estudios.

A pesar de todos sus esfuerzos diplomáticos, bajo su mandato los territorios de la Maca Hispánica sufrieron graves ataques por parte del caudillo musulmán Almanzor, quien arrasó Barcelona en 985. La ciudad quedó parcialmente destruida y fue saqueada y muchos de sus habitantes fueron hechos prisioneros. Fruto de estos continuados ataques fue preciso el abandono de la ciudad de Tarragona, que no volvió a ser ocupada de forma definitiva hasta el 1118, por parte del conde Ramón Berenguer III.

Las peticiones de ayuda del conde Borrell II no fueron atendidas por el rey franco Lotario que en esos momentos se enfrentaba a sus propios problemas en Verdún. Como consecuencia de esto y como resultado de un creciente desarraigo de los condes de Barcelona respecto a sus antiguos señores, en 988 Borrell II se negó a renovar el pacto de vasallaje con el nuevo rey franco, Hugo Capeto, e instauró la independencia de hecho de los territorios bajo su poder. A partir de 988 compartió el gobierno con sus hijos Ramón Borrell y Armengol que empezaron a gobernar en solitario en el 992, año que se supone que falleció Borrell II.


Miró I conde de Barcelona, Girona y Osona, fue hijo del conde de Barcelona Suñer I y de la segunda mujer, Riquilda de Tolosa. Cogobernó a la muerte de su padre el 947 juntamente con su hermano Borrell II, con quien se supone que se repartió las funciones de gobierno. Así fue Borrell quien se encargó de las cuestiones militares y de la política exterior, mientras Miró I se encargaba de las funciones internas del condado, y más concretamente de la ciudad de Barcelona.

Miró I hizo donaciones a los monasterios de Sant Cugat del Valles, Sant Joan de les Abadesses y Ripoll. Durante su reinado se cree que se construyó el Rec comtal de Barcelona, canal que llevaba las aguas del río Besós hasta la muralla de Barcelona, se supone que el año 966 debió morir, aunque no se encuentran datos, ni de la forma o manera en que murió.



NAIXEMENT DEL TEC

Font de Tec, constant,
sota el Costabona
on neixes constant
amb dent abundosa.

Xòrrec de cristall
com pura maragda,
que fas camí avall
cercant la mar blava.

Ets mansa i humil,
reculls brolls que criden
a l’isard gentil...
a beure e conviden!

Font de Tec constant
corrent saltirona;
t’he vist agusant
glevers xops de fang,
pedres cantellant,
sota el Costabona.

HILARI PUIG.

jueves, 14 de febrero de 2008

Wilfredo II llamado también Borrell I (898-911) Y Suñer I (911-947) La dinastía catalana, vista por un aficionado.

El amor, a quien pintan ciego, es vidente y perspicaz porque el amante ve cosas que el indiferente no ve y por eso ama. José Ortega y Gasset

¡Qué raro y maravilloso es ese fugaz instante en el que nos damos cuenta de que hemos descubierto un amigo! William Rotsler

Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto. William Shakespeare

La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica. Jorge Luis Borges

Los pocos datos encontrados sobre estos dos condes, me llevan a agruparlos en un solo capitulo. A pesar de que fueron momentos de mucha inseguridad, debido a las cruentas incursiones de los sarracenos, no se conservan muchos datos, tal vez por que los historiadores no les han dado importancia, aunque si la tuvieron, y mucha bajo mi punto de vista.

Wilfredo II nació el 874 no se precisa donde y murió en Barcelona el año 911 fue conde de Barcelona, Girona y Osona desde 898 al 911 año de su muerte. Era hijo del conde Wilfredo I el Vellosos y de Guinedilda. A la muerte de su padre, se hizo cargo conjuntamente con sus hermanos Sunifredo y Miró, de los condados paternos; Condados de Barcelona, Girona, Osona, Besalú, Cerdaña y Urgel.

El mismo se reservo el gobierno de los condados de Barcelona, Girona y Osona, y se hizo cargo del hermano pequeño, Suñer I, que aun era menor de edad. Aquella fue una época de inseguridad en los condados catalanes, con cruentas invasiones sarracenas, así como en la sucesión de la dinastía Carolingia. Esta situación en Francia se debió a la instauración del rey intruso Odón I, pero el 898 a la muerte de Odón, se entroniza a Carlos el Simple, hijo póstumo de Luís el Tartamudo. Este nuevo rey propicio un viaje de Wilfredo Borrell a Francia para rendir tributo al nuevo rey, y no fue investido oficialmente el año 899.

Una de las labores que se le reconocen es la repoblación, del Lluçanés, siguiendo la obra de su padre, y también aprobó la repoblación y defensa de la ribera derecha del río Llobregat. En 898 se caso con Gersenda de Tolosa, hija de Eudes de Tolosa. Murió el 26 de Abril del 911, sin descendencia, sus condados pasaron a su hermano Suñer I, y fue enterrado en el Monasterio de Sant Pau del Camp, que probablemente había fundado el mismo.

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Suñer I

Nacido en un lugar incierto, en los alrededores del año 870, se cree que murió en el monasterio de la Grassa (en el condado del Conflent) en el año 950. fue conde de Barcelona desde el 911 al 947. Desde la muerte de su padre estuvo asociado al gobierno bajo la tutela de su hermano y gobernó en solitario a partir de la muerte de este en el año 911.

Cuando murió su tío Radulfo I de Besalú surgió un conflicto entre Suñer y su hermano Miró II de Cerdaña por la posesión del condado de Besalú. Al final se decidió incorporar Besalú en el condado de la Cerdaña; a cambio, Miró renunciaba a sus aspiraciones al condado de Barcelona.

Favoreció los monasterios existentes, sobretodo el de Sant Pere de les Puel-les de Barcelona, Fundado por Riquilda, su mujer con la que se había casado en segundas nupcias, y que era hija del conde Roergue, con la que tuvo cuatro hijos y una hija: Armengol, Miró, Borrell, Adelaida y Guillermo. En política interior, Suñer protegió y fortaleció las instituciones eclesiásticas, concediéndoles tierras y tributos y estimulando la repoblación del condado de Osona.

En las relaciones exteriores, abandonó la actitud defensiva habitual entre los condes catalanes y luchó contra los sarracenos en Lleida y Tarragona, al mismo tiempo, mantuvo relaciones diplomáticas con Córdoba. Amplio y repobló el condado pro el Penedés hasta Olèrdola.

En el año 912, el gobernador sarraceno de Lleida dirigió un ataque contra el condado de Barcelona que derrotó a los ejercidos de Suñer en el valle de Tarrega. Pero en el 914 Suñer organizo una expedición de respuesta que dio muerte al sarraceno. Durante el periodo comprendido entre el 936 y el 937, dirigió una expedición militar contra los musulmanes por el litoral catalán hacia el sur. Parece que la expedición fue un éxito ya que, además de provocar un gran número de victimas en el enemigo (murió también el gobernador de Valencia), consiguió que los musulmanes abandonaran temporalmente Tarragona (que quedó como tierra de nadie) e impuso el pago de un tributo a la ciudad de Tortosa. En el año 947 se retiró para ejercer la vida monacal tras haber cedido el gobierno de sus dominios a sus hijos Borrell II y Miró I.

Casó o sucedió con los hijos: Guinedilda, que la tuvo con la primera mujer, la casó con Hugo de Carcasona; Armengol, murió asesinado mientras era conde de Osona; Borrell murió de pequeño; el otro Borrell (futuro Borrell II), Adelaida la casó con Llop I de Pallars; Miró seria Miró I, y Guillermo se ignora.




FRED

Nunci del cant.
Company fidel
de clarianes.
Sovint et fons
en la gelor
dels meus peus nus,
davallant besos
o
prement els aires.

Mª ANTÓNIA GRAU

lunes, 11 de febrero de 2008

Wilfredo el Velloso (878-898) La dinastía catalana, vista por un aficionado.

Solamente con que los políticos y los científicos fueran un poco más vagos, ¿cuánto más felices seríamos todos?. Evelyn Waugh

Wilfredo I el Vellosos (en catalán Guifré I el Pilós; fue un conde catalán denominado también Vifredo, Guifredo o Guilfredo, todos estos nombres son el mismo según quien los diga) yo por tanto como me enseñaron el de Wilfredo así lo denominare, con su permiso. No se sabe bien el año en que lo nombraron conde de Barcelona, pero se supone, por tener mas datos que fue, al ser desposeído Bernat de Gòthia. Por tanto del 878-898. Era hijo de Sunifred de Urgel. Conde de Urgel y de la Cerdaña, de Barcelona y de Girona, de Osona de facto, si bien en realidad no lo fue hasta el 878.
Wilfredo pertenecía a un linaje hispanogodo de la región de Carcasona (la mitología catalana fija su nacimiento en la inmediaciones de Prades, en el condado de Conflent, actualmente en el Rosellón francés). Ya en el año 870 conde de Urgel y Cerdaña, recibió el año 878 los condados de Barcelona, Girona Y Besalú de los reyes carolingios. Su gobierno coincidió con un periodo de crisis que llevó a la fragmentación del imperio Carolingio en principados feudales. Wilfredo fue el último conde de Barcelona, designado por la monarquía franca y el primero que legó a sus hijos sus estados, aprovechando la debilidad del imperio carolingio. A partir de entonces, los condados se transmitieron por herencia y los reyes francos simplemente sancionaron la transmisión. De esta forma, se crea la base patrimonial de la casa condal de Barcelona, lo cual ha sido considerado tradicionalmente como el inicio de la independencia de Cataluña.
Aparte de la creación de una extensa base patrimonial y la independencia de facto del reino franco, su realización mas importante fue la repoblación de la plana de Vic, que era un extensa franja de tierra situada entre los dominios carolingios y musulmanes, que posteriormente se convertiría en el condado de Osona. Allí fundó el Monasterio de Santa Maria de Ripoll y restauró el obispado de Vic.
Aunque ya hemos dicho que era hijo de Sunifred de Urgel, la leyenda lo hace hijo del conde Wilfredo de Arría, caballero de la villa homónimo, situada cerca de Prades en el condado de Conflent, uno de los condados de la Septimania bajo soberanía franca, y vengador de la muerte de su padre asesinado por Calamón, al cual Wilfredo el Velloso dio muerte. Por tanto, la tradición ha situado el nacimiento de Wilfredo en dicha localidad, conocida actualmente como Ría, en el Rosellón (Francia). Ahora bien, a partir del estudio de Ramón de Abadal se considera que Wilfredo era un noble hispanogodo, hijo de Sunifred, nombrado conde de Urgel y de Cerdaña en el año 834 por el emperador Luís el Piadoso, y conde de Barcelona, Girona, Narbona, Nimes, Agde, Besiers y Magalona en 844 por el rey franco Carlos el Calvo. Al ser Sunifred hijo de Bello a sus descendientes les llamaban bellónidas, de los cuales formaba parte Wilfredo.
Hay varios historiadores, que sitúan los dominios de Wilfredo, en manos de sus hermanos, pero eso, es supongo, cosas de situar a la familia, para a su vez estar situado el. Lo cierto es que tras las investiduras del año 878, los dominios de Wilfredo abarcaban tanto el área montañosa Urgel y Cerdaña como la marítima de Barcelona y Gerona. Estas dos zonas salvo en el breve periodo de Sunifred su padre siempre se habían mantenido separadas, regidas siempre por condes diferentes. En gran parte, porque impedía la comunicación entre ellas el espacio vacío central configurado por las actuales comarcas del Ripollés, el Vall de Lord, Bregada, Lluçanés, la Plana de Vic, Moianés, las Guilleries y el Bages, territorios despoblados a raíz de los desórdenes de la sublevación de Aizón. En esta área vacía, se registro una fuerte corriente de inmigración procedente de las comarcas pirenaicas a finales del siglo IX. Tras casi dos siglos, desde los inicios de la crisis de la monarquía visigoda hasta el fin del poder carolingio, de haber acogido a los que abandonaban las llanuras a causa de los riesgos de la inestabilidad política, ahora las tierras de alta montaña habían llegado a padecer superpoblación. Por esto, a mucha gente no le quedó otro remedio que intentar establecerse en las tierras bajas.
Ante esta situación Wilfredo el Velloso, cuyos condados rodean todos estos territorios, repoblados, interviene para canalizar la colonización, y nombra Veguers para delimitar las áreas de canalización y núcleos de repoblación, así como también integra este territorio dentro de las estructuras condales. Y así va organizando los territorios, las zonas repobladas la anexiona a la Vall de Lord, dentro del condado de Urgel, la parte del Bregada la anexiona al condado de la Cerdaña. Pero la región central del Ripollés, Plana de Vic, Lluçanes y las Guillerias configuran un territorio tradicionalmente estructurado alrededor de la ciudad Ausona con una tradición étnica propia (era el país de los ausetanos). Por esto, Wilfredo crea un distrito propio, el condado de Osona, dónde también fueron incluidas las tierras de Moianés y Bages, las cuales, a pesar de tener un núcleo tradicional (la ciudad de Manresa) y también una personalidad histórica derivada de haber sido el país de los lacetanos, por su situación de primera línea de la frontera con el Islam y por su escasa población, no tenían la suficiente entidad como para estructurar una demarcación especifica; de aquí el valor meramente geográfico y nunca jurídico de la expresión condado de Manresa frecuente en los documentos. En el nuevo condado de Osona, Wilfredo se reservó el cargo de conde, pero nombró un vizconde, con la misión de ejercer las funciones condales en ausencia del conde.

En la vertiente eclesiástica, se le atribuye la integración de las parroquias dentro de las jerarquías, de las diócesis de Urgel, restaura el obispado de Osona (Ausona) ciudad que había sido destruida por la invasión musulmana del siglo VIII. Dentro de la reorganización eclesiástica de la nueva región, Wilfredo fundó los monasterios de Santa Maria de Ripoll y San Juan de las Abadesas, dotados no sólo de tierras sino también de derechos públicos y privilegios jurídicos. Una cosa curiosa fue que la hija de Wilfredo, Emma a la cual nombró de Abadesa del monasterio de San Juan, consiguió del rey Carlos el Tonto un privilegio de inmunidad respecto del gobierna de los condes tanto para la abadesa como para el cenobio, que quedaron puestos bajo custodia real; y obligaban en virtud de una sentencia judicial, a los habitantes del valle de Sant Joan a reconocer la propiedad monacal sobre las tierras que ocupaban. Emma, después de haber ganado un pleito contra su hermano, el conde Miró de Cerdaña, consiguió afirmar la jurisdicción abacial, excluyendo a los pobladores de los alrededores de prestar servicios reales al conde.
Con la muerte de Luís el Tartamudo, el reino franco se divide entre sus hijos, y empieza a desmembrarse, siguiendo la tradición del clan, los bellónidas (Wilfredo el Velloso, Miró de Rosellón-Conflent y los condes de Ampuries Dela y Suñer) mantuvieron su fidelidad a los monarcas carolingios carcoman y Carlos el Gordo, tal y como lo atestigua la visita a la corte real llevada a cabo por los jerarcas catalanes para solicitar privilegios, y el precepto otorgado por Carlos el Gordo a Teotario, obispo de Girona. Ahora bien, esta lealtad de los bellónidas tomo, tras la muerte de Luís el Tartamudo, un carácter pasivo. Los condes catalanes, si bien no se alzaron nunca contra los reyes carolingios, evitaron implicarse en las luchas del reino. En parte es que los ataques de los normandos que afectaban a los francos para los condes de Barcelona quedaban lejanos y por tanto los consideraban ajenos. También en los asuntos eclesiásticos, miró Wilfredo de capear el temporal de la mejor manera, lo que por primera vez en el condado de Barcelona se daba, es que como una especie de neutralidad, de cara a los francos, como si ellos no fueran francos, sino una raza aparte.
La muerte de Wilfredo el Velloso no se sabe como fue, aunque la mitología catalana, lo tiene como el creador de las barras de la bandera de los países de la federación Aragonesa-Catalana, no parece ser cierta, ya que hasta el año 1420 y bajo el reinado de Alfonso V de Aragón, no aparece por primera vez lo de el Velloso y lo de las cuatro barras. Pero no seré yo quien quiera destruir la mitología existente, por tanto la respetaremos. Así hay quien dice que murió por heridas en combate simplemente, otros en cambio dicen, que como se iba expansionando hacia el Solsonés y Cardona, los musulmanes se sintieron amenazados, por todo ello, la ciudad de Lleida fue fortificada por los Banu Qasi. A Wilfredo, esto le pareció una provocación y atacó la ciudad gobernada por el valí (gobernador) de la familia de los Banu Qasi. El ataque no le salio bien. Y por lo visto los musulmanes hicieron una gran matanza entre los atacantes, y con los ánimos de esta victoria, los musulmanes atacaron Barcelona, algún tiempo después, muriendo en el ataque Wilfredo el Velloso. Sus restos permanecen en el monasterio de Ripoll.
Se considera a Wilfredo el Velloso artífice no ya de la independencia de los condados catalanes sino del nacimiento de Cataluña. Esta idea fue popularizada durante la Renacencia, por el dramaturgo Serafí Pitarra, con su frase: «Hijos de Wilfredo el Velloso, esto quiere decir catalanes». también se le atribuye el origen de la bandera de las cuatro barras (aunque ya hemos dicho que no es muy probable) siguiente manera: dicen que herido en sus luchas contra los sarracenos, el rey Carlos el Calvo, mojó los dedos de Wilfredo el Velloso con la sangre de su herida mortal y, pasándoselos por encima de su escudo de oro creó el símbolo de las “cuatro barras” o Senyera. Aparte de todo por lo visto no dejó de ser un magnate carolingio que aprovecho un colapso del poder real para construirse un dominio propio, pero los monjes de Ripoll se cogieron a su leyenda y crearon un mito, para justificar el inicio de la transmisión hereditaria de los condados, para eso sobredimensionaron la figura de Wilfredo el Vellos como inicio de la Casa de Barcelona, haciendo de el un héroe que, con su esfuerzo, luchando decididamente contra los musulmanes y los francos, consiguió la independencia de Cataluña.
Aún así, hace falta reconocer la importancia histórica de Wilfredo, Como afirma Ferran Soldevila, si un personaje es exaltado por la leyenda, es que de verdad fue grande, y tal vez podríamos añadir, que nunca nadie hará un héroe de leyenda a un gobernante inepto y mediocre como fue, por ejemplo, el conde de Barcelona Berenguer Ramón I, su tataranieto.

L'ESCUT DE CATALUNYA

A la que Sant Jordi Empunya
senyera de color blanc,
hi ha l'escut de Catalunya,
amb les quatre barres de sang.

Aquestes barres històriques
estan escrites amb lletres d'or,
per saber-les de memòria
i gravar-les als nostres cors.

Essent Carles el rei de França,
i senyor dels catalans,
entraren, folls de venjança
a ses terres, els normands

Per mantenir sa corona,
demanà el rei socors
al compte de Barcelona,
lo valent Guifré, el Pilós.

El cavaller, en saber la nova,
empunyant arma i escut,
s’endugué tot Catalunya,
cap a França resolut.

Així que a França arribaren
amb la flor dels catalans,
el rei Carles reculava,
atropellat per els normands.

Mes llençant-s'hi desseguida
el brau Guifré amb ses valents
van deturar l'embranzida
dels normands, forts i potents

Quan l'enemic reculava,
ja vençut i rostre avall,
un llanço al pit se li clava
i el fa caure del cavall.

Dins una tenda, el de França
al compte Guifré ha entrat,
posant a una banda la llança
i l'escut a l'altra costat.

En portar-li la nova
de que els normands han perdut
el rei trobà al compte Guifré
mirant trist el seu escut.

Si ha vós devem la victòria,
per que davant el rei trist os mostreu?.
Si voleu honors i glòria,
comte Guifré, demaneu!!

Des d'avui, de vostra terra
sereu compte independent.
Sereu gran company en la guerra,
i en la pau, amic prudent.

Grans mercès, rei de França,
respongué en Guifré el pilós.
No em raca la ferida de llança
que em dessagna el meu cos,

El que em raca i el cor me lliga
es veure llis el meu escut,
sense cap blasó que digui
els honors que em merescut.

Llavors, el rei desseguida
apropant-se al llit de lo valent,
xopà els dits en sa ferida
i així l'hi digué, dolçament:

Amb la sang del vostre cor en la guerra,
heu guanyat aquest blasó
i quan torneu a la vostra terra
brodeu-li-ho al vostre pendó.

I passant les quatre ditades,
sobre de l'escut llis del brau,
va deixar, assenyalades,
les quatre barres de sang.

Aviso del Abuelo

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Fotos de la Universidad de Lleida y contadores

LA SARDANA DE JOAN MARAGALL.

LA SARDANA

La sardana és la dansa més bella
de totes les danses que es fan i es desfan;
és la mòbil magníca anella
que amb pausa i amb mida va lenta oscil.lant.
Ja es decanta a l’esquerra i vacil.la,
ja volta altra volta a la dreta dubtant
i se'n torna i retorna intranquil.la,
com mal orientada l'agulla d'imant.
Fixa's un punt i es detura com ella ...
Del contrapunt arrencant-se novella,
de nou va voltant
La sardana és la dansa més bella
de totes les danses que es fan i es desfan.



JOAN MARAGALL
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Fuente romana de Ontiñena

LA FUENTE ROMANA

La fuente tiene un arco romano encima de ella, a la izquierda del arco sale un chorro de agua de una antigua mina o de un pasadizo que da a un refugio. Hay un lavadero de donde manan tres chorros de agua y antiguamente lo utilizaban las mujeres para lavar la ropa. Encima del lavadero y justo en el medio del arco romano, había una piedra en la cual había dibujado un escudo romano. Un día se cayó al suelo, estuvo muchos años allí, hasta que alguien lo robo. Hace poco tiempo dicha fuente ha sido restaurada, a pesar de esto, se ha roto un trozo de muro de unos tres metros que se encontraba a la derecha del arco. Debido a los pesticidas de las huertas que se encuentran cercanas a la fuente, el agua de esta ya no es potable, por lo que la fuente solo es visitada por su belleza histórica y cultural.

Agueda Canalis.

IGLESIA DE ONTIÑENA

IGLESIA PARROQUIAL DE

SANTA MARÍA LA MAYOR

Ontiñena guarda en su Templo Parroquial gran parte de sus milenarias raíces y los principales aconteceres de la vida y de la muerte le tiene como marco sagrado dedicado a Santa Maria la Mayor. Construida a finales del siglo ХІІ por los templarios, constituye un digno ejemplo de transición del románico al gótico. Es de una nave de cuatro tramos, consta de una nave central y tres capillas laterales adosadas. Los arcos fajones de su bóveda que descansan sobre duples columnas adosadas a sus recios muros. El ábside es de comienzos del siglo. ХІV, con la particularidad del combinado piedra–ladrillo que insinúa el mudéjar aragonés.

Agueda Canalis.

RECORDANDO A LA SANTA CRUZ DE ALCOLEA DE CINCA

HAY UNA CRUZ EN EL SASO


Lejos del valle y de la capital,
donde la cordillera se hace azul,
donde la distancia es el monte
y al cielo se le trata de tu a tu.
Donde los pastores crearon un país,
donde la justicia era un honor,
esa es la tierra donde yo nací.
Noble hogar donde un día
los hombres marcaron su ley.

Hay una cruz en El Saso
donde los mastines aúllan soledad,
donde cada noche enciendo el fuego pa' cenar
migas, uva y vino por los que se han ido.
Yo maldigo la cuiudad
porque todos se fueron de aquí,
Solo quedábamos Germán y yo.
Germán se murió en Febrero,
ahora solo se oye su ganado.
Ahora solo el eco y yo.

Hay una cruz en El Saso
donde los mastines aúllan soledad,
donde cada noche enciendo el fuego pa' cenar
migas, uva y vino por los que se han ido.
Yo maldigo la ciudad.
"Padre, que el pueblo ya no es pa' vivir,
venga con nosotros a Madrid..."
Así me hablan mis hijos pero yo me quedo,
y aquí he de morir.

Con las manos llenas y un nombre de rey,
marcado por el viento y por el sol,
mi vida es parte de esta tierra.
Yo pertenezco a esa raza de hombres
que un día marcaron su ley.

(G. Sopeña, M. Aznar)

Virgen del Pilar de Zaragoza.

la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con el Espíritu Santo, predicaban el Evangelio. Se dice que, por entonces (40 AD), el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, predicaba en España. Aquellas tierras no habían recibido el evangelio, por lo que se encontraban atadas al paganismo. Santiago obtuvo la bendición de la Santísima Virgen para su misión. Los documentos dicen textualmente que Santiago, "pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso". En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio". Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y, con el concurso de los conversos, la obra se puso en marcha con rapidez. Pero antes que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima. Muchos historiadores e investigadores defienden esta tradición y aducen que hay una serie de monumentos y testimonios que demuestran la existencia de una iglesia dedicada a la Virgen de Zaragoza. El mas antiguo de estos testimonios es el famoso sarcófago de Santa Engracia, que se conserva en Zaragoza desde el siglo IV, cuando la santa fue martirizada. El sarcófago representa, en un bajo relieve, el descenso de la Virgen de los cielos para aparecerse al Apóstol Santiago. Asimismo, hacia el año 835, un monje de San Germán de París, llamado Almoino, redactó unos escritos en los que habla de la Iglesia de la Virgen María de Zaragoza, "donde había servido en el siglo III el gran mártir San Vicente", cuyos restos fueron depositados por el obispo de Zaragoza, en la iglesia de la Virgen María. También está atestiguado que antes de la ocupación musulmana de Zaragoza (714) había allí un templo dedicado a la Virgen. La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como "una antigua y piadosa creencia".

IGLESIA DE SANTA MARÍA DE TERRASSA

Estas tres iglesias fueron levantadas a un mismo tiempo y cercanas entre sí.Parece sensato atribuir la parte más primitiva de estas tres iglesias al siglo IX. La existencia de contrafuertes, de arcos peraltados y ábsides con desarrollo ultrasemicircular, son un argumento de fuerza para no atribuirle a estos templos mayor antigüedad.La iglesia de Santa María, producto de varias campañas constructivas, es un buen ejemplo de iglesia lombardo-catalana con planta latina de una sola nave con ábside de herradura al interior y recto al exterior.La nave fue modificada en el año 1112 y a esta época corresponden también el cimborrio y la torre.Conserva, aunque muy perdidas, pinturas murales en el ábside central y otras en mejor estado de conservación en el absidiolo sur, atribuidas al mismo maestro que realizó las pinturas del antipendio de Espinelves (finales del siglo XII), que se guarda en el Museo Episcopal de Vic.Junto a algunas pinturas murales góticas, restos de mosáico del V, una bonita talla de la Virgen en madera policromada, ánforas y aras de altar; encontraremos en la iglesia, otras joyas como el retablo del siglo XV de Jaume Huguet.

Castillo-Cartuja de Vallparadis de Terrassa

Es un edificio originario del siglo XII que abandonó su función inicial de castillo para convertirse en cartuja en los siglos XIV-XV. De la época monástica destacan la nave gótica, en la que se ubicaba la antigua capilla, llamada popularmente Tinellet, la sala capitular y el claustro, de dos pisos. El castillo contiene actualmente la sala de exposiciones temporales del Museo de Terrassa y la exposición permanente, que muestra la evolución del territorio y la ocupación humana de Terrassa y su comarca.

LA HISTORIA DEL MONASTERIO DE MONTSERRAT

Fundació i Consolidació. Segles IX–XV.


Any 880 Segons la llegenda, la imatge de la Mare de Déu de Montserrat fou trobada en una cova.
Any 888 La primera menció documental de Montserrat fa referència a quatre capelles existents a la muntanya: Santa Maria, Sant Iscle, Sant Pere i Sant Martí.

Any 1025 Oliba, abat de Ripoll i bisbe de Vic, funda el monestir de Montserrat.
ss. XII-XIII S’aixeca l’església romànica i s’esculpeix la imatge de la Mare de Déu, la mateixa que es venera, encara avui, a la basílica.

Any 1221 Alfons X el Savi inclou a les Cantigas alguns dels miracles de la Mare de Déu de Montserrat. Inici de l’afluència de pelegrins.
Any 1223 Institució de la Confraria de la Mare de Déu de Montserrat.

s. XIV Inici de l’expansió de Montserrat per Europa.Primera menció de nois cantors al servei de la Mare de Déu.
Any 1409 El monestir es converteix en abadia independent.

Entre els anys 1493 i 1835, època de profundes reformes, de creixement i esplendor, Montserrat formà part de la Congregació de Valladolid. La Guerra del Francès (1808-1811) i la desamortització de 1835 portaren la destrucció i l’abandonament, però aviat (1844) s’inicià la restauració, només paralitzada per la Guerra Civil espanyola (1936-1939), que convertí Montserrat en el monestir-santuari que és avui.

MONUMENTO A GOYA EN LA PLAZA DEL PILAR DE ZARAGOZA.

Del escultor catalán Federico Marés, este monumento presenta a cinco figuras : el pintor y dos parejas de majos y majas madrileños inspirados en alguna de las escenas campestres de los "cartones para tapices" que Goya pintó en la capital de la corte. Goya preside desde un alto pedestal el monumento en postura relajada y vestido de forma elegante con levita, botas altas y pañuelo en su cuello; sujeta con una mano el lienzo y su mirada se extiende sobre la escena. El Banco Zaragozano donó el monumento a la ciudad en el cincuentenario de su fundación (8 de enero de 1910) y fue inaugurado en octubre de 1960. En el propio monumento una inscripción: "La fantasía abandonada de la razón produce monstruos, pero unida a ella es la madre de las artes".

BAILANDO A ORILLAS DEL MANZANARES

Baile a orillas del Manzanares Autor:Francisco de Goya y Lucientes Fecha:1776-77 Museo:Museo del Prado Características:275 X 298 cm. Material:Oleo sobre lienzo
Estilo: Este es el cartón para uno de los tapices que debía decorar el comedor de los Príncipes de Asturias (el futuro Carlos IV y su esposa, María Luisa de Parma) en el Palacio de El Pardo. Fue encargado en octubre de 1776 y entregado por Goya el 3 de marzo de 1777, cobrando por él 8.000 reales. Goya va a recoger en sus cartones asuntos de la vida popular, siguiendo la costumbre de esos años que popularizaba la vida de la aristocracia. Las damas nobles se vestían de majas y manolas y se escabullían entre el pueblo para asistir a sus fiestas y bailes. Por eso, se van a elegir temas de la vida cotidiana, desechando la temática mitológica y militar que decoraba las paredes de los palacios en el Renacimiento y Barroco. Lo que más sorprende de esta escena es el realismo con el que está pintada, dando la impresión de que el espectador forma parte de la fiesta y se puede integrar en cualquier momento en ella. Las figuras están en movimiento, como si fuesen a escapar del lienzo. El colorido empleado por Goya es muy vivo, representando la riqueza de los trajes de los majos; la pincelada es bastante suelta, posiblemente por encontrarnos ante un boceto, aunque no deja de ser sorprendente, igual que el efecto de la luz y la profundidad, representando al fondo la recién inaugurada iglesia de San Francisco el Grande.El uso de tapices es una costumbre heredada por la familia real española de sus antepasados flamencos, quienes decoraban las salas de sus palacios con tapices para dar algo de calor a las estancia. Los Austrias introdujeron la moda, que fue continuada por los Borbones.

Iglesia de Sant Pau de Sant Pere Nord

Iglesia de Sant Pau de Sant Pere Nord
Esta es la Iglesia Parroquial de Sant Pau de Sant, en el barrio de Pere Nord de Terrassa. Fue construida despues de muchos años de estar la parroquia en un local de la Calle Historiador Cardús. Y con prespectivas de construirse en la Calle de Manresa, donde tenia un solar, que finalmente se permuto por el actual, donde esta construida. En las proximidades de la Calle Bejar o cuarto cinturon de ronda de Terrassa.

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Agradecimiento a mis lectores.

Este Blog esta escrito con la mejor intención del mundo y sin animo de molestar a nadie, si no obstante alguien se molesta, le pido perdón con la mayor humildad de mi corazón.



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