Y dicen que los reyes de esa época, eran tontos, por lo visto este no lo era, tal vez ya veía los acontecimientos que se avecinaban con el florecimiento de la Edad moderna y todos su descubrimientos e inventos, que harían progresar el mundo con una rapidez que cada año tendría unos adelantos mayores que en un milenio anterior, y sobre todo con lo que se había pasado con el oscurantismo de la Edad Media, cuando empiezan los inventos, en esta época, la cosas cambian, y progresa el mundo con una rapidez que ni ahora se conoce.
Pues bueno, vayamos a lo que dijo el famoso rey, que es lo que nos esta pasando ahora con los políticos de turno, yo creo que mas que descontentos, son ingratos, y sino vean en este momento, por decir algo, al alcalde de Madrid, para mi que se cree que tiene el poder de fabricar votos, como si los votos se fabricaran por arte de Virle Virloque. Le da por hacer ruedas de prensa y decir que va a poner a Rajoy en el pedestal, siempre que, ¡claro!, que a el de momento lo ponga de segundo. Pero que no se da cuenta que de segundos también hay otros, y digo que también tendrán su méritos.
Y se cree, que el, es el único que consigue votos en Madrid de momento, y supongo que interiormente debe de pensar, que si se presenta a nivel nacional, arrasaría. Algo parecido le pasa al señor Presidente del Gobierno de “España”, se creen los dos, que son ellos y no el partido los que ganan los votos, pues no les quepa duda que es el partido, el que los ha puesto donde están y por tanto, el que gana o pierde los votos. Para mi es que estos políticos se llegan a endiosar, llegan a pensarse que son dioses, y les diré, que lo son, como aquellos ídolos de la Biblia, que tenían los pies de barro.
Y por eso tienen que decir los partidos, que cada vez que ponen a un cabecilla de estos al frente de lo que sea, tanto da que sea al frente de una autonomía, como de una ciudad grande, como del país, es igual se convierte en un ingrato para el partido. Y desde luego, a los que no los ponen, esos no les quepa ninguna duda, esos, si que se convierten en descontentos. Pero lo que mas gracia me hace que los descontentos, son los que cuando han de opinar, dicen lo bueno que es el que no los ha nombrado, pero dando a entender que ellos si que se lo merecían. En parte creo que de esto todos tenemos alguna cosa, pero si mas no, la gente corriente (menos los pelotas, que haberlos haylos, como dicen los gallegos) no intentamos disimular, y decimos lo que nos parece. Pero los políticos, cuidado que pueden ser condenados al ostracismo.
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