Yo como es lógico, voy ha hablar de la mendicidad en Terrassa, es lo que veo y vivo con más intensidad, yo me admiro de esa gente que lo tiene bien claro, unos lo tienen claro el que deben dar la limosna, otros es al revés no la dan por que creen que no la han de dar, y punto, pero luego estamos lo que dudamos, ¿Qué debo hacer? ¿se la doy? ¿no se la doy?, me estará tomando el pelo, y no le hará falta, y a mi no me sobra, como es lógico, y si quedas con la duda, es peor por que la conciencia te remuerde, y quedas pensando que no esta bien lo que has hecho.
Luego están los de los semáforos, esos no me dan pena por que la mayoría de las veces lo que hacen es coaccionar a la gente, los hay que ya se han situado en un semáforo y lo tienen en propiedad, pobre del que se atreva a quitarle el puesto, incluso dicen que hay mafias, que los controlan, yo no lo se, lo he oído, y me limito a exponerlo, pero de todas maneras según que semáforo y según a que hora, cualquiera le dice al «semaforero» que no tienes mocos, o que llevas el parabrisas limpio, te callas y pagas, no sea que te salga mas caro.
Luego están los que pasan por las casas, yo antes de retirarme tenia un establecimiento, y nos pasaba uno que cuando entraba decía: ¡ya esta aquí el parado!, bueno al principio hacia gracia, pero la cosa se fue alargando, y un buen día le dije que aquel día pasaba, por que no iba muy bien el negocio, les digo la verdad, me puso de vuelta y media, me dijo de todo, como si yo tuviera la obligación de darle algo, hay otro que además de tener cara es un poco corto, pues siempre viene a la hora de comer, toca el timbre con insistencia, y cuatro o cinco veces seguidas, va con bicicleta, y silbando como un ruiseñor, pues ahora cuando oímos los timbrazos clásicos, miramos por la mirilla, y si sentimos los trinos, ya ni miramos, y lo que hacemos es no abrir.
Pero luego están lo que se ponen de rodillas, en posición humilde a la vez que humillante, y lo de humillante no lo digo por ellos, si no por los que pasamos por allí, es que ver una persona en esa posición, es horrible, a mi me deja, con mal humor, tanto da que le des, como que no le des, la desazón que te queda es horrible, no se tal vez lo hagan para que nos sintamos así, pero lo que es conmigo lo consiguen, es que una de dos o se ha de estar, muy desesperado, y se ha de ser una persona con mala leche, pues si lo hacen para que les den la limosna no tienen perdón.
Luego están los rumanos, que dicen que tienen una mafia montada, con mujeres y chiquillos, y además se conoce que de paso también se dedican a robar carteras, creo que a estos los han cogido y los han echado del país, por que ahora no se ven tanto, que esos también cuando las mujeres van con los niños medio dormidos, anda que no parten corazones.
En fin que las leyes, dicen que esta prohibida la mendicidad, pero las calles están llenas de mendigos, deambulan libremente por la ciudad, y nadie les dicen nada, ocupan los semáforos, y nadie dice nada, no les ponen radares, ni cámaras, ni les ponen multas, todo eso es para los conductores, que son los que pueden pagar, y si no se le embarga el coche. Y donde están las asistentes sociales, de la ciudad, que no salen por la calle, que no lo ven, si son necesitados, hay que ayudarlos y si no a trabajar, pero no solo hay que perseguir a los conductores, a los fumadores, a los bebedores, etc.
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