Desde luego el Sr. Rodríguez Zapatero, no sale de la Moncloa.

El mejor modo de resolver una dificultad es no tratar de soslayarla. Noel Clarasó

Hoy leyendo las cartas de los lectores, en La Vanguardia, leo una que debería leer el Sr. Presidente del Gobierno de España. Es una carta de un Sr. que se llama Pablo Rivero, el hombre empieza por decir esta perplejo de lo que pasa y empieza ha hacer un recuento de los acontecimientos, de esta legislatura, que desde luego no son, como el recuento que nos hace nuestro amado y nunca bien ponderado, Presidente del Gobierno de España.

Lo primero que menciona en su carta, es el desastre de la Sra. Magdalena, destrozando todo lo que toca, en cambio el Sr. Zp, la encuentra encantadora, y además cuando lo dice, lo acompaña con una sonrisa sardónica, lo cual no se bien que representa, si se esta burlando de la ministra o de nosotros. Pasa el Sr. Rivero, al tema de los incendios de los hospitales, que la Sra. Geli por lo visto se cree, como también el Sr. Zapatero, que eso es por que lo hicieron mal los antecesores que estaban al frente de los hospitales. No se si no han tenido una casa nunca, por que yo, en mi casa periódicamente me toca hacer una serie de mantenimientos, para que no se produzcan incendios, o simplemente para que no se me caiga encima. Pero por lo visto la Sra. Geli, se la deben de haber hecho alguien, esa faena, y por tanto se le ha pasado por alto, el hacer los mantenimientos correspondientes, a unos hospitales que llevan un montón de años de servicio. Luego como no hacen los mantenimientos, les sobra dinero y por tanto se dedican a repartir cheques, como si el dinero fuera suyo. Lo que no saben es que todo sale a la luz, y tal vez alguien, algún día, en algún momento, les pida explicaciones de el reparto de dinero, que han hecho a tontas y a locas, pues normalmente eso tiene un nombre que se llama malversación de fondos. Las listas de esperan de la Sra. Geli las nombra el Sr. Rivero, yo, ya no las quiero tocar, pues ya llevo esperando 1 año, 6 meses y 28 días y todavía no me toca.

Pasa después a lo de los abortos, no se si es verdad o mentira pues están investigando todavía, esperaremos, no quiero hacer juicios temerarios. Los educandos de nuestro país están a la cola de Europa, y de todo el mundo civilizado, pero según nuestro Presidente eso no cuenta. Continúa la epístola, con las leyes de circulación, que son un desastre, además de no servir para nada, pero tampoco las menciona el Sr. Presidente, las estadísticas de cada semana, dicen que aumentan los accidentes, pero ellos dicen que el año de la pera, había mas. Pero resulta que al ciudadano que paga sus impuestos, que cumple con la ley, lo hacen ir con el alma encogida, por si un día un guardia que se haya levantado con mal pie, lo manda a la cárcel, como si fuera un delincuente, por que tuvo la mala idea de tomarse una cerveza, antes de coger el coche. ¡Pero no pasa nada!

En cambio los policías, los alcaldes, los concejales y otras autoridades Autonómicas, se saltan las leyes a la torera, ni ponen banderas nacionales, ni acatan las leyes y aquí nadie dice nada, ni el Presidente, ni los ministros, ni los jueces, ni los policías, estos infringen la ley de leyes, que es la constitución, pero nadie dice nada, ni estados de derecho, ni nadie. Y nuestro Presidente del Gobierno de España, sonríe con su sonrisa sardónica, no se si para mofarse de nosotros o de la ley.

Después toca el asunto de los botellones, que el Sr. Zapatero no ha dicho ni una palabra, pues el país nunca había ido también, según el. El problema de los nacionalistas, que como le apoyan en el Gobierno, pues que hagan lo que quieran, que para eso lo dejan gobernar, que si federaciones autonómicas, que reinos de Taifas, lo que quieran, el Sr. Presidente debe de pensar, como el Rey Francés, que después de mi el diluvio. Si el ha podido cubrir la legislatura, que mas da lo que pase con esta pobre España.

Todo esto lo toca el Sr. Pablo Rivero. Y que razón tiene. Pero esto a nuestro Presidente no le interesa, a el lo que le interesa es que la España de la Moncloa, sea fructífera y para que se alargue, se repartirán cheques y otras prebendas, entre los posibles votantes. Y el debe de decir y si no me votan que se fastidie ahí les queda el país en la Ruina. Y así hemos sido gobernados durante siglos y lo que nos parecía que había cambiado con la democracia, continua igual o peor. Que Dios Nuestro Señor nos ayude a salir de este trance.

ÉS

A la unitat

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ALBERTO LANDA
(Versió de Víctor Pallàs)