La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser. José Ortega y Gasset
Entonces los trabajadores tuvieron que ir ha hacer la guerra, y resulta que a cada uno le tocaba ir a la guerra, con el bando en el que se encontraba, si estaba con unos malos tenia que ir con aquellos, pero si su hermano estaba con los otros malos, tenia que ir con los otros. Pero que pasaba, que había hermanos que les había tocado en bandos diferentes, e incluso había padres que luchaban en bando contrario que el hijo.
Y así estuvimos en una guerra, no nos importaba nada, durante casi tres años. Cuando acabo la guerra, que ganaron unos malos, los otros malos se fueron con todo lo que nos pudieron robar a los trabajadores. Los malos que habían ganado la guerra, tomaron la decisión de que a los que les habían hecho hacer la guerra a favor de ellos se fueran a su casa con unos pequeños privilegios, que consistían en tener preferencia para encontrar trabajo y poder engrandecer la Patria. A los que habían hecho la guerra contra ellos, por que los otros malos los habían obligado, los obligaron a estar en campos de concentración, hasta que pudieron demostrar su inocencia, o si no la demostraban es que eran culpables, y por tanto se merecían los trabajos forzados y la cárcel y algunos incluso la muerte si en su pueblo algún vecino rencoroso lo denunciaba por algún negro motivo.
Y así pasamos la posguerra, que duró hasta el 1953, tanto como 14 años de hambre escasez, miseria, calamidades, tuberculosis, trabajar de sol a sol, horas extras, frío en invierno, lo poco que se cosechaba se lo vendían a los europeos por que estaban en guerra, y nosotros a callar por que aquellos malos habían ganado la guerra. Con toda la miseria del mundo fuimos reconstruyendo el país, después de pasar planes de desarrollo, y las mil puñetas, volvimos ha estar como antes de la guerra, en que podíamos comer, reír, y ser un poco felices, siempre la felicidad supeditada a la voluntad de los políticos. Pero cuando ya estábamos viviendo bastante bien, entonces se murió el jefe de los malos que habían ganado la guerra.
Y entonces los malos que habían perdido la guerra, salieron a la superficie, vinieron del extranjero y entonces vino lo más insólito, que los que habían perdido la guerra, nos exigían su tributo como si la hubieran ganado, ¿y quien tenia que pagar el tributo?, pues los trabajadores, que en definitiva habían hecho la guerra por que los habían obligado, que no solo no habían ganado nada, si no que lo habían perdido todo.
Y por fin los hijos, nietos o lo que sean de aquellos malos que perdieron la guerra, ahora vienen que tienen derechos, cuando les tendría que caer la cara de vergüenza si tuvieran y ponerse a trabajar como hacemos todos los ciudadanos de buena voluntad. Y no vivir a costa del sudor del pueblo.
Pero el final que tal vez yo ya no podré ver, será, que cada vez los malos se volverán mas malos y volverán a enfrentarse y volverán ha matarse, y volverán hacer otra guerra y nos volverán a meter en ella y nos volverán ha hacer reconstruir el país, y volveremos a pasar hambre, y nos volveremos a dejar engañar, y los malos nos volverán a robar y ha explotar, ha beber se nuestro sudor, y nosotros los aguantaremos y los pondremos en la poltrona para que hagan todo eso.
¡Y YO ME PREGUNTO HASTA CUANDO AGUANTARA EL PUEBLO A TODA ESTA CATERVA DE INDESEABLES, QUE NOS GOBIERNAN O NOS INTENTAN GOBERNAR!
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