Una de las ventajas de las buenas acciones es la de elevar el alma y disponerla a hacer otras mejores. Jean Jacques Rousseau.
Pero como se puede actuar de esta manera e intentar que nos creamos que lo hacen para que la justicia funcione. Esto es inaudito, esto es que nos han tomado por tontos, esto iba a decir una cosa, pero no quiero faltar a nadie, no por que no se lo merezcan, si no por que no va conmigo eso de insultar a nadie, aunque ellos insulten a todo el que se les pone delante.
¿Como pueden hablar del Estado de derecho?, ¿como pueden llenarse la boca con esa palabra?, tanto los de derechas como los de izquierdas, y luego cuando les sale una cosa que no es de su agrado, cambian a los jueces. Esto señores es vergonzoso, y estos son los que nos gobiernan y los que nos quieren gobernar.
Yo en toda mi larga vida, solo he tenido la desgracia de estar en manos de la justicia 2 veces. La una fue en la Magistratura de trabajo, por un asunto laboral, que por cierto perdí. Pero lo bueno es que ya el abogado, cuando llegue a la Magistratura, nada más verme me dijo: Estamos de pega, nos ha tocado un juez que es un hueso. Yo la verdad me quede de piedra, pues creía que los jueces impartían la justicia, y si hubiera sido así, me tendrían que haber aplicado lo justo, y no lo que el juez que era un hueso me aplico, que fue fallarme en mi contra, o si hubiera sido uno bueno me hubiera tal vez dado la razón. Siempre me ha quedado aquello de que si me fallo en contra, por que no tenia razón o por que era un mal juez.
La segunda fue de carácter administrativo, era una reclamación que llevábamos ya hacia más de 2 años, y al fin un día tuvimos la suerte de que nos recibiera el delegado de trabajo de Barcelona. Y aquello fue entrar, nos miro, y nos dijo: buenos días, miro a su secretario y le dijo que les pasa a estos, íbamos 2. El secretario le empezó a explicar el caso nuestro, y el un poco de mal humor le dijo: pero como es que esto no se ha solucionado todavía, haz el favor de dictar la norma, y que no se hable más. La verdad que yo siempre he pensado que si hubiera sido el empresario, el que hubiera entrado aquel día, no le habría dado la razón a el. Por que yo nunca creí que aquello fuera justicia.
Pero claro, yo hablo de la dictadura, que entonces según los políticos actuales, no había justicia, ni ley, ni orden. Y por Dios, que yo creía que esto lo habíamos superado. Mira si creía que lo habíamos superado, que cuando Pedro Pacheco el alcalde de Jerez de la Frontera, dijo aquello: «de que la justicia es un cachondeo», me pensé que era la rabia la que le hacia hablar de aquella manera.
Pero señores, ¿como se puede estar jugando a recusar jueces?, y decir que es para que la justicia sea justa. ¿Pero quien es el que ha de impartir la justicia el Gobierno o los jueces?, ¿es que por ventura la Constitución, no protege la separación de poderes?, para que los unos, no intervengan en las normas de los otros poderes. A mi cada día me parece que la cosa va peor, y si no juzguen ustedes, si se puede creer en la justicia, cuando te dicen que este juez que lo han puesto los Socialistas, votara a favor de los socialistas, y el otro que los pusieron los del PP, votara a favor de los del PP. Y no lo dicen en secreto, ¡No! lo dicen en los diarios, en las Radios, en las TV, y lo dicen los políticos a voz en grito. Y a mi solo me sale una cosa de lo mas hondo del corazón:
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