Señores ya estamos en

la época de las bicicletas, ya nadie va a pie, ni en coche, cuando vas por Terrassa, parece la plaza de Tiananmen, hace 25 años, y como es lógico, al haber tantas bicicletas, el que se cuida de ese servicio, ha puesto un armatoste en la rotonda de la estación del norte, ¡como adorna la rotonda!, ¡que combinación de arquitectura!, como combina con el edificio de la estación.
Es enternecedor, sobre todo para los visitantes de Terrassa, se han de quedar boquiabiertos, con la belleza que exhala, el modulo habitacional, que nos han colocado allí, podrían haber puesto una garita como las de los vendedores de la ONCE, pero no, eso no quedaría bien, no han visto lo feas que son esas garitas comparadas con el armatoste.
Además tiene el cable y t

odo robando la luz del semáforo de a lado, como si fuera una barraca de feria, pero ya ven la casa es grande y no repara en gastos, como el de la canción, (quieres un vestido pues 14) supongo que la han oído, los carriles bici, de la calle Salmerón, a causa de las obras se han destrozado, (que mas da ya se ha justificado un presupuesto y se ha efectuado una inauguración) los de Prat de la Riba, no hay obras, pero están fuera de uso, pero las trampas mortales de medio de la calle, hasta que no causen algún muerto no se quitaran, por que mal están las montañetas que nos ponen en esta y en otra calle, hoy día casi en todas, pero lo de Prat de la Riba es para hacérselo mirar, aquello es infame, aqu

ello no se de que cabeza pudo salir, pero no tiene perdón.
Pero ¿alguien protesta?, que va, mientras podamos ir en coche aunque sea mal, que más da, que nos pongan trampas mortales, que nos pongan radares, que nos pongan limitaciones, que nos hagan ir en bicicleta, que hagan lo que quieran, pero como no hay nadie que se quiera mojar, pues ha aguantar, que ponen el adefesio en la rotonda de la estación del norte, pues que lo pongan, a nosotros que, y a los políticos de la oposición, es que eso por lo visto no da votos, y no se ha de tocar, pero señores cuando viene un visitante a Terrassa y sale de la estación, o si va en coche pasa por allí, aquello es un triste

espectáculo.
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