La justicia no espera ningún premio. Se la acepta por ella misma. Y de igual manera son todas las virtudes. (Marco Tulio Cicerón).
El que no quiera vivir sino entre justos, viva en el desierto. (Lucio Anneo Séneca).
Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales. (Aristóteles).
Si, no comprendemos, que se pueda decir que sea legal matar a una persona, poniendo solo condiciones de, si tiene una semana, o dos, o tres, o las que sean. Para mi matar, es matar, intenten justificarlo unas personas (que para mi amorales) o no. Para mi matar, es asesinar, lo diga una inepta ministra de igualdad (la cual solo hay que ver como se expresa, para comprender que nivel de cultura, conocimientos o experiencia tiene), o un sesudo señor con 100 años de experiencia. A mi me enseñaron el catecismo. Y el catecismo, que tiene mas de 2000 años, mucho antes de que se inventaran unos “Progres” retrógrados, el aborto, nos dice en el Quinto mandamiento, simple y llanamente si plazos, sin condiciones: NO MATARAS. Solo eso, no nos dice que hay condiciones en que se puede matar o no. Solo: NO MATARAS.
Y aquí es cuando me entran las dudas, como un personaje, no solo con poca experiencia, si no también con tan pocas luces, como para decir la sandez de: miembros y miembras, o la de anunciando la ley del aborto que implica asesinar al feto, nos suelte esta otra sandez como que: «apuesta por una ley que aporte garantías al “no nacido que no dependa de su madre para sobrevivir». Y no me salgan los palmeros con que es posible esta sandez. Creo interpretar la sandez de la Sra. ministra, creo que se refiere, a que si ese feto nace, podrá vivir sin estar en el útero de su madre. Pero estará en una incubadora, ¿no creen? Si no depende de la madre dependerá del padre, o de la enfermera que le toque en turno, cuidar la incubadora. Pero dependerá siempre y en todo momento de alguien. Por tanto según la capacidad intelectual de la Sra. ministra, aun se le podría matar ya que depende de alguien y ese alguien en virtud de ser amo de su cuerpo como ella interpreta que son las mujeres, también podría decidir que no quiere que ese recién nacido dependa de el y llegue el día que nos dicte otra ley para matarlo.
Y además, quien demonios es esta Sra. y que capacidad intelectual, moral o profesional tiene, para decidir en un ley, quien tiene que vivir o morir. Ella dice, que esta capacidad se la otorga la mayoría de que dispone actualmente el gobierno. Ningún gobierno tiene ninguna autoridad en virtud de ninguna cosa, ni aun que tenga mayoría, de ir contra las leyes de la Naturaleza y las de Dios. Y si es que va contra esas leyes, tenga en cuenta que le llegara el día, en que tendrá que responder de sus actos. Por que no hay, ni bien ni mal, que cien años dure. Y yo le aseguro, por todo lo que me han enseñado los muchos años que he vivido, que esto esta Sra. lo pagará. Y el pagar quiere decir: que tal vez se le pidan cuentas, o tal vez los remordimientos de mal hecho. Pero eso si Dios se lo hará pagar. Y si no cree en Dios, peor para ella, por que como su pecado ya lleva la penitencia, ya que como dice la Sura 35 del Sagrado Corán en su versículo 5: «5. ¡HOMBRES! ¡LO QUE ALÁ PROMETE ES VERDAD! ¡QUE LA VIDA DE ACÁ NO OS ENGAÑE! ¡QUE EL ENGAÑADOR NO OS ENGAÑE ACERCA DE ALÁ!»
S’acosta el vespre.
La gespa de la riba,
d’un verd molt tendre,
acull vora del Segre
grups de gent jove
que entoma l’últim sol.
Els gossos saltironen
a prop de l’aigua.
Les bicicletes llisquen,
Alegres, pel camí de dalt.
I la cigonya, majestuosa,
creua la lluna plena
tot planant. Torna lleugera
al tebi niu de la Catedral.
ROSA FABREGAT.
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