Un científico debe tomarse la libertad de plantear cualquier cuestión, de dudar de cualquier afirmación, de corregir errores. (Julius Robert Oppenheimer)
En el fondo, los científicos somos gente con suerte: podemos jugar a lo que queramos durante toda la vida. (Lee Smolin)
Cuán terrible es lo que los científicos guardan en sus portafolios. (Nikita Jrushchov)
Cuando los voceros del cambio climático, les da por decir que el planeta se esta calentando, a mi me entra la risa. Yo, que en mis casi 80 años, las he visto de todos los colores y formas, cuando veo a imberbes muchachotes, amenazando con el calentamiento del planeta, no puedo por menos que mirarlos con conmiseración y si los tuviera al alcance de mi mano, les daría un golpecito en la espalda, diciéndoles que se calmaran, que el planeta es mas sabio que nosotros y se sabe administrar mejor que nosotros.
Resulta que, cuando la tierra, que ya lleva millones de años dando vueltas por el espacio, cambia de un ciclo de lluvias o de temperaturas, a otro de sequía, o temperaturas mas frías, o tal vez, mas calientes, se reúnen cuatro zagalones y empiezan a decir: que la media de la temperatura del planeta ha subido o ha bajado tantos grados. ¿Que media han tomado? ¿La de 100 años? ¿Qué media puede representar 100 o 200 años, si me apuran, frente a millones de años que tiene el planeta? ¿Ustedes se dan cuenta del disparate que representan esas mediciones? Y no solo las mediciones, si no también las conclusiones.
Yo, en mis muchos años (que comparados con los de la Tierra, representan una millonésima de segundo), he visto ciclos de lluvias continuadas, ciclos de pertinaz sequía (como decía Franco en los años cuarenta), años de nieves abundantes, otros que no se vio la nieve, como si se hubiera perdido. Años de hielos intensos, años con inviernos benignos. Vamos que los he visto, de todos los colores y maneras. No hay nunca un año igual. Los habrá: de más fríos, de menos fríos, con más nieve, o sin nieve, con lluvia, o sin lluvia, con más hielo en los polos o con menos hielo.
Ahora, una cosa si que creo y no me lo hará cambiar nadie: Que si con todo el CO², que lanzaron los Volcanes de la Tierra, en los periodos de creación del Planeta, no acabaron con el, mucho menos podremos nosotros acabar con El, con los gases que podamos producir. Es lo mismo, que agotar las materias. A mí siempre me enseñaron: que la materia se transforma, pero no se destruye. Pero que mas da, a esta gente le da igual todo. Ellos solo quieren expoliarnos. Saquearnos, hacernos pagar impuestos. Sea con el cuento del calentamiento del Planeta, o con otro motivo. La cuestión es saquearnos. Esto si, lo saben hacer, todos los políticos. Y no crean que solo son unos (aunque es bien cierto, que en eso de la expoliación, siempre los que se llaman de izquierdas, son los mas adelantados), pero a la hora de expoliar, tanto da que mande la derecha, como la izquierda, todos nos clavan a impuestos.
Àrida solitud dels aurons.
Un aire eixorc ha corsecat
la soca perenne dels dies.
Amb una espurna de lluna tendra
el garbí encendrà els ulls de la terra.
Arreu s’alça un plany esquiu.
Negra sort, fredor de la pedra.
Pit estellat sobre la neu:
mort de griva.
JOAN GRAELL I PIQUÉ.
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