El hombre honrado es el que mide un derecho por su deber. (Herni Dominique Lacordaire)
Hay que vigilar a los ministros que no pueden hacer nada sin dinero y a aquellos que quieren hacerlo todo sólo con dinero. (Indira Gandhi)
Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia. (Platón)
Pero, no es solo es él, el que se patea nuestro dinero. Lo son prácticamente todos, o la mayoría de los políticos. Si no, miremos lo que esta pasando ahora, con el cuento que se han puesto a declarar los patrimonios. ¿Que patrimonios declaran? Declaran unos patrimonios ridículos. Si es cierto, no tienen perdón, ya que con los sueldos que nos cobran a los contribuyentes, por administrar el Erario del Estado, y que son unos sueldos fabulosos, no tienen más patrimonio, que el que declaran, quiere decir, que malversan su dinero. Así pues, que no harán con los dineros del Estado, que tienen que administrar estos políticos. Todos los políticos. Ahora bien, o antes no lo decían, o nunca en la vida se había malversado tantos caudales públicos, como desde que nos esta gobernando el Sr. Zp. Mientras las vacas estaban gordas, se repartían subvenciones, hasta la infamia de ir a un país africano, con el cual a penas tenemos relación y subvencionar a las organizaciones de homosexuales. En fin las embajadas del Sr. Carod Rovira, para enchufar a hermanos y amiguetes, etc.
No hace falta mencionar ninguna más, ya que todos sabemos del despilfarro que han hecho. Y todo ese despilfarro nos ha traído ahora, el que hay que ajustar las pensiones. Habrase visto, mayor descaro. Ahora, son las pensiones, las que no se pueden pagar. Acaso son los pensionistas, los que se han dilapidado el dinero publico. No señor. Los que se lo ha dilapidado son los políticos. Por tanto, los que tienen que empezar a pagar las consecuencias: son los políticos. Rebájense los sueldos todos los políticos y administradores del Erario público. Y no solo esto, que actúe contra ellos el Tribunal de Cuentas del estado. Pues la función de este Tribunal es la siguiente según nos dice la Carta Magna: «La primera función, la fiscalizadora -caracterizada por ser externa, permanente y consuntiva-, consiste en comprobar si la actividad económico-financiera del sector público respeta los principios de legalidad». Yo entonces pregunto, ¿Pues, que es lo que hace este Tribunal, con todos estos gastos injustificables? Cuando su función según la Constitución es la siguiente: «La función jurisdiccional no es sino el enjuiciamiento de la responsabilidad contable en que incurren los que tienen a su cargo el manejo de bienes, caudales o efectos públicos, y tiene por objeto lograr la indemnidad de los fondos públicos perjudicados, por malversación, por incorrecta, incompleta o nula justificación, o por otras causas o conductas». Así que yo me pregunto: ¿POR QUÉ, EL TRIBUNAL DE CUENTAS, NO NOS ACLARA LOS DINEROS MAL GASTADOS EN LAS EMBAJADAS CATALANAS, EN LOS MAPAS DEL CLÍTORIS, EN LAS SUBVENCIONES A LAS HIJAS DE LOS PRESIDENTES DE LAS AUTONOMÍAS, ETC., ETC.?
Aquesta nit han passat
i han posat la mà als balcons...
Els somnis dels infantons
han granat.
Cap a Orient se’n van tornant
a llur reialme confús,
a regnar-hi tot pensant
en Jesús.
Heu sentit avui el cor
matinejador dels nens?
Heu sentit el rastre d’or,
mirra, encens?
JOAN MARAGALL.
TRES REIS D’ORIENT
Tres reis d’Orient,
tres bons camarades,
tenen gran consell
una matinada.
――Heu d’anar a Betlem――
els diu l’Etern Pare.
Talarà, larà, larà,
els diu l’Etern Pare.
Marxen de mati
en trencar l’albada;
quan són pel camí
l’estrella se’ls para.
Troben a sant Josep
i a la Verge Santa.
――On aneu, senyors,
On aneu , doncs , ara?
――A adorar Jesús,
Fill de l’Etern Pare.
――Si voleu entrar
l’adorareu ara.――
Un li porta encens
or i mirra els altres;
l’estrella del cel
els il•luminava.
Com a sacerdots
tots tres l’adoraren,
com a Rei del Cel
el Cel els el dava.