Que estamos en un país de iluminados, no creo que nadie lo dude, en estos momentos.

No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo. (Alejandro Dumas)


¿Por qué, en general, se rehuye la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos. (Carlo Dossi)

Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.(Oscar Wilde)


Hemos pasado de ser “La reserva espiritual de Occidente”, a ser “La potencia mundial más fuerte, económicamente hablando”. Esto se podría obviar y pensar que no tenía importancia, pero no crean que sea una fanfarronada, esto es una convicción. Lo mismo que el General Franco, estaba convencido de su frase, este señor que ahora nos gobierna, se cree que lo que dice es verdad. Lo bueno es, que aquel Sr. estuvo en sus trece, hasta en el lecho de la muerte, luego era una convicción. Pero este Sr. que nos gobierna ahora, no tiene convicciones. Este Sr. hoy nos vende lo de que somos ricos y mañana nos dice, que no tiene con que devolver los impuestos, que debe a los contribuyentes.

A todo esto nos esta clavando con la subida de los impuestos. El es peor que la crisis, como ha estado derrochando durante cuatro años, el dinero de todos, ahora se encuentra, que aquella riqueza que presumía, se ha convertido en justeza y escasez, ya que las arcas que el PP le dejó llenas, el las ha vaciado. Pero con todo y esto, todavía se fue a NY ha repartir 0,7 %, como si tuviera solucionada la miseria en nuestra nación. Claro que visto desde el paraíso de la Moncloa, el debe de creer que es así y sigue viviendo en su ignorancia, de la realidad de los que somos pobres. Quiero creer que es así, que como a el le va bien todo, se piensa que los demás también vamos bien, como el.

Por que con estas actuaciones del Sr. Zp, me viene a la memoria un echo histórico, que casi es similar a este. Cuando en España, teníamos al Emperador Felipe II, orgullo para muchos, aunque no para otros, ya que con el empezó la decadencia del Imperio. Pues bien, cuando este Emperador se empecinó, en hacer construir el Escorial, a pesar de no tener ni un céntimo, todos los europeos lo criticaban por que estando arruinado, por las guerras y despilfarros provocados por su fe, que para mi, no era tal fe, si no fanatismo, se dedicara a construir una obra como aquella, si tenia el pueblo hambriento. Pues bien el tal emperador, en un gesto muy Ibérico, remató la obra con un ladrillo de oro. Esto para tapar las bocas de los europeos. Lo triste, lo dramático, lo patético es, que los europeos tenían razón.

Les hacer ver alguna relación con la actuación del Sr. Zp. A mi si, pues cuando todos los europeos, nos están diciendo que somos los peores y mas pobres de la Comunidad Europea, el se empecina en ir a NY, a decir ante las risas de todos los empresarios que los escuchan, que somos los mejores, no de Europa, si no del mundo, mundial. Tan buenos somos, que Sarkozy, convoca una reunión de los países ricos y a nosotros ni nos menciona. Pero el en sus trece, como no lo reconoce nadie, se va a la ONU ha repartir el dinero, que nos hace falta aquí para la SS, para las pensiones, para las mil necesidades que tenemos. Y cual hiciera Felipe II con el ladrillo de oro, el aumenta la cuota al 0,7 %, total, para que vaya a parar a las manos de los crápulas, de los jerarcas del tercer mundo, ya que los pobres de verdad, que son los ciudadanos de esos países, ellos, ni ven ese dinero, ni lo huelen, ni lo podrán disfrutar, por que nunca llegará a sus manos. PERO ESO SI, NUESTRO PRESIDENTE, COMO HICIERA FELIPE II, A PUESTO EL BROCHE FINAL A SU ESTANCIA EN NY.

RIMAS HUMANAS

11

Lucinda, yo me siento arder, y sigo

el sol que deste incendio causa el daño,

que porque no me encuentre el desengaño

tengo al engaño por eterno amigo.

Siento el error, no siento lo que digo,

a mí yo propio me parezco extraño;

pasan mis años, sin que llegue un año

que esté seguro yo de mí conmigo.

¡Oh dura ley de amor, que todos huyen

la causa de su mal, y yo la espero

siempre en mi margen, como humilde río!

Pero si las estrellas daño influyen,

y con las de tus ojos nací y muero,

¿cómo las venceré sin albedrío?

LOPE DE VEGA.