No me importa que la gente mire sus relojes cuando estoy hablando pero es excesivo que además los sacudan para asegurarse de que andan. (Norman Birkett).
En la vida, lo más triste, no es ser del todo desgraciado, es que nos falte muy poco para ser felices y no podamos conseguirlo. (Jancinto Benavente).
Esta obsesión que tienen los políticos de PSOE de decir, que es la ley y hay que cumplirla, es una cosa que me fas
tidia, mucho más, que cuando se ponían las leyes, sin ningún atisbo de democracia, durante la guerra y la dictadura. Yo que ya estoy en el Ocaso de mi vida, he llegado a la conclusión, de que después de vivir mas de tres cuartos de Siglo, estoy casi como al principio de mi vida, cuando iba al colegio, ha aprender las primeras las primeras letras y códigos de urbanidad. Por desgracia o por suerte, he tenido que vivir de muy diferentes maneras, a las que los que hoy están prácticamente en la treintena, no han tenido que vivir.
La cosa es así, mis primeros pasos con la enseñanza, fueron con la Republica, como ustedes comprenderán, nos enseñaban que aquello era la ley y la justicia. Que todo lo que estaba en contra de ellos, era la injusticia y la maldad. Llegó la guerra y entonces la razón, aun estaba mucho mas con los que nos enseñaban las normas y leyes. Y esas enseñanzas no es que fueran demasiado buenas. Nos llegaban a decir y a enseñar, que teníamos que denunciar a nuestros propios padres, si no comulgaban con las ideas de los que nos gobernaban, por que eran unos quintacolumnistas y unos traidores. Nosotros no es que entendiéramos gran cosa de lo que nos decían, pero eso si, veíamos a todos los que no estaban con la Republica a unos traidores.
Pero al fin de la guerra, resulta que los que eran tan buenos, se convirtieron en los malos, ya que habían perdido la guerra, y por tanto siempre los perdedores, se convierten en malos. Los que entraron, crearon otras leyes, que nos decían igual que ahora los que nos gobiernan, que se tenían que cumplir. Resulta que las leyes que se inventaron ellos, eran la justicia, despreciando los pensamientos de todos los que nos veíamos obligados a cumplirlas, no por convencimiento, si no por fuerza.
Por fin llegó la democracia y respiré, me dije, ahora si que tendremos justicia. Pero no nada de eso, ahora se han creado el rollo, de que el que gobierna, es el que manda y que el que manda tiene la razón, y los “Súbditos” (a los cuales con mofa y befa, nos llaman ciudadanos, cuando mas que ciudadanos, somos siervos o esclavos del régimen que esta de turno) tenemos que tragar las leyes que una minoría (¡si una minoría! ya que aun que tuvieran la mayoría en las Cortes, solo serian una minoría, por la cantidad de gente que los vota) nos imponen. Y lo más triste de esto es que, todavía quieren que llamemos justicia, a las leyes injustas que nos imponen. Pero que justicia puede ser esta, el que unas personas incompetentes (y al decir incompetentes, no menciono a nadie, pues no quiero que me llamen machista, para justificarse), nos imponen unas leyes, que ni son justas, ni morales, ni éticas y por si fuera poco, no solo van en contra de la Ley de Dios, si no, en contra de la naturaleza humana, y contra todo lo establecido, a través de todos los miles de años, de nuestra evolución, hasta convertirnos en seres humanos.
Pero en fin, como dicen los gallegos: «Nos mean encima y además nos hacen decir que llueve». ¡Pero como toda una Vicepresidenta del Gobierno de España!, puede salir a la rueda de prensa de los viernes en la Moncloa y decir que las leyes son para cumplirlas y que cuando los otros manden que las cambien. Pues yo le digo que no, que las leyes que están para cumplirse, son las que se aprueban entre todas las fuerzas políticas, que son las que representan a la mayoría de los “Esclavos” del país. Y SI SOLO ESTÁN DICTADAS POR UNA MINORÍA, ESO NO SON LEYES, ESO SE LLAMA EN “ROMÁN PALADINO” “DICTADURA PURA Y DURA” POR MUCHO QUE SE LLENEN LA BOCA DE DEMOCRACIA.

La cosa es así, mis primeros pasos con la enseñanza, fueron con la Republica, como ustedes comprenderán, nos enseñaban que aquello era la ley y la justicia. Que todo lo que estaba en contra de ellos, era la injusticia y la maldad. Llegó la guerra y entonces la razón, aun estaba mucho mas con los que nos enseñaban las normas y leyes. Y esas enseñanzas no es que fueran demasiado buenas. Nos llegaban a decir y a enseñar, que teníamos que denunciar a nuestros propios padres, si no comulgaban con las ideas de los que nos gobernaban, por que eran unos quintacolumnistas y unos traidores. Nosotros no es que entendiéramos gran cosa de lo que nos decían, pero eso si, veíamos a todos los que no estaban con la Republica a unos traidores.
Pero al fin de la guerra, resulta que los que eran tan buenos, se convirtieron en los malos, ya que habían perdido la guerra, y por tanto siempre los perdedores, se convierten en malos. Los que entraron, crearon otras leyes, que nos decían igual que ahora los que nos gobiernan, que se tenían que cumplir. Resulta que las leyes que se inventaron ellos, eran la justicia, despreciando los pensamientos de todos los que nos veíamos obligados a cumplirlas, no por convencimiento, si no por fuerza.
Por fin llegó la democracia y respiré, me dije, ahora si que tendremos justicia. Pero no nada de eso, ahora se han creado el rollo, de que el que gobierna, es el que manda y que el que manda tiene la razón, y los “Súbditos” (a los cuales con mofa y befa, nos llaman ciudadanos, cuando mas que ciudadanos, somos siervos o esclavos del régimen que esta de turno) tenemos que tragar las leyes que una minoría (¡si una minoría! ya que aun que tuvieran la mayoría en las Cortes, solo serian una minoría, por la cantidad de gente que los vota) nos imponen. Y lo más triste de esto es que, todavía quieren que llamemos justicia, a las leyes injustas que nos imponen. Pero que justicia puede ser esta, el que unas personas incompetentes (y al decir incompetentes, no menciono a nadie, pues no quiero que me llamen machista, para justificarse), nos imponen unas leyes, que ni son justas, ni morales, ni éticas y por si fuera poco, no solo van en contra de la Ley de Dios, si no, en contra de la naturaleza humana, y contra todo lo establecido, a través de todos los miles de años, de nuestra evolución, hasta convertirnos en seres humanos.
Pero en fin, como dicen los gallegos: «Nos mean encima y además nos hacen decir que llueve». ¡Pero como toda una Vicepresidenta del Gobierno de España!, puede salir a la rueda de prensa de los viernes en la Moncloa y decir que las leyes son para cumplirlas y que cuando los otros manden que las cambien. Pues yo le digo que no, que las leyes que están para cumplirse, son las que se aprueban entre todas las fuerzas políticas, que son las que representan a la mayoría de los “Esclavos” del país. Y SI SOLO ESTÁN DICTADAS POR UNA MINORÍA, ESO NO SON LEYES, ESO SE LLAMA EN “ROMÁN PALADINO” “DICTADURA PURA Y DURA” POR MUCHO QUE SE LLENEN LA BOCA DE DEMOCRACIA.
L'HORA EN PUNT
Hi ha una hora en el rellotge del me cor
que no camina al pas de cap agulla
perquè, en fugir darrere el teu oblit,
va perdre's dins l'espai.
Hi ha una hora en el rellotge de la vida,
fixada per l'adéu més increïble.
El plor va rovellar l'ardida veu
del seu dringar amorós, ara ben mut.
Una hora sense temps i sense mida
que marca el teu silenci
i l'eco del meu crit.
Colpida pel batall del darrer fred,
ressonaran adéus
dins la campana
del rellotge aturat que em marca l'hora.
Jo no els podré sentir, mes tu sabrás
que, sense nau, per fi ya sóc a port!
ESTHER MARTÍNEZ PASTOR.
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