lunes, 25 de agosto de 2008

El Excelentísimo señor Bono y las identificaciones de los accidentados en los aviones.

Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien. (Antonio Machado)


El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia. (Henry Ford)

Hoy en la tertulia de Punto Radio, había un profesional de la medicina forense, y ha dado una explicación de lo que pasa en un accidente de aviación, cuando se incendia una avión. Tal vez el Sr. Bono lo sabia, tal vez se lo dijeron, tal vez lo quisieron utilizar como arma arrojadiza, pero ya ahora se les esta volviendo un boomerang. El Sr. Bono montó el triste espectáculo de la segunda identificación de los accidentados en el Yakovlev. Lo quiso utilizar para provecho de su partido y tal vez lo consiguió. Incluso le ha servido para coger el cargo de presidente del Congreso de los Diputados.

Pero y su conciencia, no tendrá algún remordimiento ahora que se ha explicado lo de las identificaciones. Yo no se si el lo habrá oído, el que hoy explicaba el proceso de identificación, lo ha explicado tan claro que cualquier profano, lo podía entender. Ha dado unas explicaciones claras, sin tapujos, no con segundas intenciones, si no con el fin de ser entendido. Y vive Dios que lo hemos entendido, así como también hemos entendido que no todo lo que el Sr. Bono nos explico sobre el Yakovlev, era tan claro.

Este profesional nos ha explicado, que para hacer una identificación exacta, tendrían que pasar años, e incluso, separar materias fundidas. Y resulta que lo que los que identificaron a los del Yakovlev, lo hicieron mal, pero el Sr. Bono en un corto plazo de tiempo lo hizo bien. Y aquí viene mi pregunta: ¿Y como lo se yo? ¡Por que se ha hecho la prueba del DNA!, me responderá el Sr. Bono. Pero resulta, que según el experto de la tertulia de Punto Radio, en un incendio de esta intensidad, como el de una explosión de un avión, con tantas toneladas de combustible, llega a fundir la carne de un pasajero, con los de al lado. Por tanto si le hacen la prueba del DNA, de la zona donde se ha fusionado la carne de uno con la de otro, puede ser que la mayoría del cuerpo sea de uno y en cambio lo hayan identificado por el otro.

Intentare explicarlo con un caso que yo me encontré. Resulta que ante una hemorragia que tuve al ir ha orinar, fui al urólogo, y me mando hacer una biopsia, me hicieron la biopsia, y me salio negativa. Yo tan contento, pero cuando fui al urólogo me dijo: «Ha salido negativo pero yo estoy en que es positivo, tendremos que hacer otra prueba de aquí a unos meses». Yo como profano, me pensé que el hombre exageraba. Pasó unos tres meses y la hemorragia se me volvió a producir. Alarmado me fui a Urgencias y allí me atendió otro urólogo, el cual me dijo que me había de hacer una biopsia. Yo le dije que ya me la habían hecho y que me había salido negativa. Y entonces el me explicó: «Que cuando se hace una biopsia, hay que hacerla por los cuatro lados del tumor, ya que puede estar afectado por un lado, y por el otro no, y si se analizan los cuatro lados, se sabe con mas seguridad».

Me hicieron la segunda biopsia, y me salió positiva, me tuvieron que operar, y gracias a Dios en estos momentos estoy bien. Tal vez si me hubiera quedado con el otro urólogo, no lo podría contar. Pues no puso el debido interés, en cambio el segundo si lo tomó. Así por tanto, si se ha de hacer una identificación, efectiva de los cadáveres, se tendrá que pasar tal vez años. Pero mi pregunta es: ¿Es tan importante saber, si todas las partes de un cadáver son de la misma persona, o es más importante saber que nuestro ser querido, si que ha muerto? En definitiva hoy la mayoría de los cadáveres se incineran, por tanto, yo creo que lo que mas interesa, es saber que su ser querido si que está allí, aunque no sea todo lo que hay en la bolsa de el. “LO MALO ES CUANDO SE QUIERE HACER CAMPAÑA POLITICA”


RIMAS HUMANAS

1

Era la alegre víspera del día
que la que sin igual nació en la tierra,
de la cárcel mortal y humana guerra
para la patria celestial salía;

y era la edad en que más viva ardía
la nueva sangre que mi pecho encierra,
cuando el consejo y la razón destierra
la vanidad que el apetito guía,

cuando Amor me enseñó la vez primera
de Lucinda en su sol los ojos bellos,
y me abrasó como si rayo fuera.

Dulce prisión y dulce arder por ellos;
sin duda que su fuego fue mi esfera,
que con verme morir descanso en ellos.

LOPE DE VEGA.

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