viernes, 12 de octubre de 2007

La memoria histórica III

El futuro es algo que cada cual alcanza a un ritmo de sesenta minutos por hora, haga lo que haga y sea quien sea. Clive Staples Lewis

Cuando yo tenía 4 años, una mañana al levantarnos oímos unos disparos en la calle y salimos corriendo a ver que había pasado. En el suelo de la calle estaba el alcalde del pueblo que lo había asesinado. Y unos hombres armados, que eran los que lo habían asesinado, nos miraron con toda tranquilidad. Estos hombres se echaron el fusil en bandolera, nos miraran con desprecio, y se fueron dejando al alcalde en el suelo.

Entonces en el pueblo empezaron a rumorear que habían matado a 7 personas más. Esto era el año 1936 en el mes de julio en pleno verano. A partir de aquel momento ya no gobernaron mas durante toda la guerra los malos que se llamaban de derechas, a partir de entonces el pueblo lo gobernaban los hombres malos que se llamaban de izquierdas. Saquearon el pueblo, sobre todo en las casas de los que ellos decían que eran de derechas, que no siempre era así, y al que protestaba le decían que callara o sino…

Entonces íbamos a la escuela y nos enseñaban la forma de actuar, lo buenos que eran los de izquierdas y lo malos que eran los de derechas, y nos educaban en el odio a las derechas, a los curas, a los que habían ido a la iglesia, en fin a todo lo que representaba a la idea de ser de derechas. Esto lo llamaban educar a la juventud, para el día de mañana.

Cuando iban las caravanas de soldados al frente, que pasaban por el pueblo, nos hacían salir a la carretera para saludar con el puño al aire, gritando “SALUD”. Y así fuimos pasando la guerra hasta que un buen día nos dijeron que venían los malos de derechas, que llevaban los moros delante y que iban violando mujeres y matando niños. Que nos teníamos que ir del pueblo, para que no nos mataran.

En mi casa nos fuimos a un Mas que tendamos en el monte, (Para los que no sepan lo que es un Mas, les diré que es como una Masia, como un Cortijo, como un Rancho, etc.) a los dos días volvimos al pueblo, que ya habían entrado los malos de derechas, el pueblo lo habían saqueado, bahía casas ardiendo, que unos u otros lo habían hecho, pero nunca se supo, los unos malos decían que habían sido los otros y los otros decían que habían sido los unos. Pero si fue, que al que le habían quemado la casa sin casa se quedo.

A partir de entonces a los niños nos explicaban, que los de izquierdas eran muy malos que violaban a las mujeres y mataban a los niños. Nos enseñaron a saludar con la mano en alto, a las tropas vencedoras, y nos hacían cantar el Cara el Sol, como los otros malos nos enseñaban la Internacional. Nos enseñaron a odiar a los malos de izquierdas y si alguien protestaba le decían que callara o sino…

Y ahora vienen los hijos y los nietos de los que perdieron la guerra y nos quieren enseñar la memoria histórica a su manera, diciendo que los malos solo fueron los otros, que sus padres y su abuelos eran los buenos, y nosotros que somos los ciudadanos, y nosotros que somos el pueblo, les tenemos que pagar prebendas, como los otros malos nos estuvieron haciendo pagar durante 40, para hinchar sus bolsas y ahora estos que perdieron la guerra, nos quieren hacer pagar también las prebendas que no tuvieron la capacidad de ganar en la guerra.

Y quieren educar a los niños en el odio que nos educaron a nosotros, los malos de izquierdas primero y los de derechas después, y así hacernos enfrentar, otra vez en una guerra fratricida.

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