domingo, 9 de diciembre de 2007

El asalto de la intimidad de las personas.

El amor es un misterio. Todo en él son fenómenos a cual más inéxplicable; todo en él es ilógico, todo en él es vaguedad y absurdo. Gustavo Adolfo Bécquer


Hoy en El País:
Ciudadanos espiados por los ojos de las cerraduras
Protección de Datos alerta del crecimiento de la videovigilancia privada - Las imágenes acaban a veces ilegalmente en Internet.
Si entra usted en el hotel Les Dunes, en Benidorm, y quiere tomar algo en la cafetería, tenga cuidado: no sólo va a ser grabado sino que el mundo entero podrá ver, a través de Internet, qué se toma, con quién lo hace y si le quedan bien las bermudas que se compró en las rebajas. Si le contratan en la empresa Assist Card, en Madrid, y le asignan un...
¿Se dan cuenta a donde hemos llegado? Esto es el no va mas, donde estaremos seguros. Quien nos garantiza que no nos habrán puesto una cámara que nos espíe, en nuestros momentos mas íntimos. Como saber una pareja de recién casados, que su luna de miel no será grabada y luego vendida como una película pornográfica. Donde reclamaremos de esta profanación de nuestra intimidad, quien nos resarcirá de la humillación de vernos en un vídeo, como si nos hubiéramos prestado a ser protagonistas de una película pornográfica.
Y mientras haya seudo periodistas, que pregonan la libertad de expresión, muchas veces apoyados por jueces, que pretenden que la víctima, el humillado, el lesionado en su honor, sea el que demuestre quien es el culpable. Cuando esta bien claro que los culpables, son los medios que se prestan a difundir las calumnias, y a difamar a la gente. Y que no tendría que ser la víctima, sino el que publica la noticia, el que cargara con la obligación de demostrar que el no era el culpable.
Y volveremos a la libertad de expresión, que bonito, una cosa es libertad, y otra invadir la intimidad de las personas. Y esto ha de ser sagrado, por que tal como se ponen las cosas, con medios cada día mas sofisticados, se puede grabar a una persona en el interior del retrete, en la postura mas ridícula en la que los humanos podamos estar. Pero no se toman medidas, lo oigo por la televisión, la primero que dicen cuando un “Famoso” se queja de que no lo dejan vivir, es que un día vendió una exclusiva, y que por tanto ya se le puede grabar y hacer todo lo que un necio de seudo periodista, se le antoje.
Señores las personas se pueden vender lo que quieran, las hay que se alquilan hasta el cuerpo, los hay que se dedican ha hacer teatro, y mientras lo hacen, representan a ladrones a prostitutas, a mil cosas, cobran por eso, pero fuera del plató o del escenario, tienen su derecho a la intimidad, como los que se dedican ha hacer política, como los que trabajan en un despacho, como todo el mundo. Cada uno puede vender, o alquilar lo que quiera, su casa, su cuerpo, su tiempo, pero lo que no puede hacerse es que un necio, venga en aras de la libertad de expresión y nos saque nuestras vergüenzas e intimidades sin nuestro consentimiento.


LA IMMACULADA CONCEPCIÓ DE NOSTRA SENYORA.

Paradisus dei.

Quan a l'home vol criar
lo Criador de la vida,
ofereixili per sojorn
un paradís de delicia.

Per posarhi lo seu Fill
vol sojorn de més estima;
d'un paradís no'n té prou,
vos formà a Vos, oh María.

JACINT VERDAGUER.

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